Te Extrañé © [TodoDeku]

3. Parte

— Todoroki... Todoroki despierta. Ya es hora.

El mayor abrió sus ojos con pesadez, refregándolos fuertemente con las palmas de sus manos.

Parpadeo un par de veces mirando a su alrededor una vez que su vista se adaptó a la luz cegadora de aquella tarde; aún se encontraba en la sala, pero por alguna extraña razón estaba recostado en el sofá cubierto por una chalina que fácilmente cubría la mayor parte de su cuerpo.

¿Qué hacia el ahí? Era lo que se preguntaba, además juraría que escucho la voz de...

Un fuerte ruido de varios trastes caer dentro de la cocina llamaron la atención del joven, girando su cuerpo bruscamente en aquella dirección.

— Demonios...

Shouto se levantó del sofá envolviendo su cuerpo con aquella prenda, caminando hacia la cocina a paso lento, en cuanto vio una sombra moverse dentro de ella una sonrisa se formó en su rostro, soltando la chalina dejándola caer al suelo. Dando unas cuantas zancadas llegó hasta situarse debajo de la trabe, observando aquella extraña pero a la vez tan familiar ente.

— ¡Midoriya!

El peliverde giró su torso en cuanto escucho su llamado. Una sonrisa ladina se formó en sus labios que de a poco iba incrementando mostrando su blanca dentadura.

— Midoriya — musitó sonriendo de la misma manera, y al igual que el pecoso, sus lágrimas de felicidad comenzaron a desbordarse — Yo... — el mayor dio un paso dentro de la cocina, pero se detuvo al instante girando su cabeza a la entrada pues la puerta había sido cerrada de un fuerte golpe.

Un rubio con un semblante irritado se encontraba en la entrada retirando sus botas dejándolas en su lugar y con los pies descalzos se adentró a la vivienda. Su expresión cambio a una más relajada al momento en que vio al joven heterocromático parado frente a la cocina, sorprendiéndose al notar las lágrimas del chico.

— ¿Tan temprano y ya de llorón? No me jodas bastardo — a pesar de haber usado un tono irónico, su voz salió relajada pues no tenía intenciones de gritarle al chico — ¿Qué demonios haces ahí?

— ¿Bakugou? Regresó...

Katsuki frunció el ceño sin entender a qué se refería exactamente — ¿De qué mierdas me estás hablando?

— Midoriya... regresó, vino directo a mí... está justo — señaló dentro del lugar con una sonrisa radiante, la cual fue borrada al instante al ver la cocina completamente vacía — ...ahí.

Su mano quedo señalando a la nada, mientras que Katsuki se acercaba observando el lugar indicado por Shouto. Su mirada del mismo color que el rubí se posó en el chico quien ahora estaba confundido, con la mirada completamente perdida. En ese momento el rubio no sabía que decir, ya que si decía uno de sus comentarios arrogantes, había un noventa por ciento de que el joven se echara a llorar desplomándose en el piso.

Bakugou recogió la prenda del suelo colocándola en los hombros del heterocromático, envolviéndolo en un abrazo, donde el de cabello bicolor dejo caer su frente en el hombro del rubio, soltando uno tras otro pequeños lloriqueos que en cierto momento se convirtieron en un mar de lágrimas.

"Prométeme que siempre estarás conmigo"

— Lo extraño... lo extraño tanto — tartajeo dando fuertes resoplidos para que sus palabras salieran de manera adecuada. El rubio asintió abrazando con más fuerza al contrario.

"Te amo, Todoroki, te amo tanto que incluso duele. Nunca te vallas de mi lado"

"Seremos una hermosa familia, tendremos nuestro propio hogar, y a nuestro hermoso hijo, claro, todo a su debido tiempo"

"¿Todoroki? La próxima navidad ¿Me llevarás al restaurante del año pasado?"

"Mira, te compre un suéter, es un poco... navideño pero te vendrá bastante bien, ten, póntelo"

"Eres lo más hermoso que le ha pasado a mi vida, Todoroki-kun"

— Midoriya...    

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Todoroki esperaba sentado arriba de la motocicleta de su amigo mientras esperaba tranquilamente a que el rubio saliera de su propio hogar.

Luego de un mar de lágrimas, Katsuki de la manera más pacifica que pudo le explico al mayor lo que realmente había pasado. Él había llegado unas horas antes abriendo la puerta con una copia que tenía junto a las demás llaves, llevándose la sorpresa de ver al mayor tiritando del frío recostado en la pared.

Lo que Katsuki hizo fue llevar a Todoroki hasta el sofá y buscar entre las ropas del mencionado un cobertor o algo para mantenerlo caliente pues su cuerpo estaba helado. Lo que el rubio no entendía, es como era posible que Todoroki tuviera semejantes alucinaciones, creyendo que realmente Deku pudiera estar ahí parado en medio de la cocina preparándole algún tipo de alimento.

En cuanto Bakugou salió de la casa del contrario, se encamino al joven heterocromático.

Al momento en que se subió a la motocicleta dio arranque al motor, no sin antes tenderle un casco de seguridad al mayor  — Ten, estúpido heterocromático de mierda. Vamos a darle una visita a un viejo amigo — comentó el rubio con aquella voz arrogante tan originario de él, poniéndose de una vez en marcha.  

Todoroki asintió con un leve movimiento de cabeza observando cómo el sol era ocultado por una inmensa nube, dejándolo ver con claridad aquel hermoso azul cielo.

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