Capítulo 1: ¿Y porqué lo hiciste?.
Digamos que aunque, una de las grandes cualidades de Natasha Romanoff era la paciencia. No aplicaba con todo.
Un ejemplo vivencial y el cual estaba pasando en aquel preciso momento: era esperar, así fuese un minuto. Ella ahora estaba más que atareada, ocupada y todos los símil que pudiesen existir.
—Aquí estoy Natashka... Lamento la tardanza. — la rusa giró sobre sus talones. Podria reconocer ese acento donde fuese.
—Al fin Wanda— la observó con seriedad. Estaba algo molesta, y no dejaría a la pobre chica hasta al menos intimidarla un poco.
El pequeño cuarto se quedó en silencio unos segundos. Mantuvieron la mirada, mientras que la rusa mantenía una expresión neutra; la chica mordia su labio inferior con nerviosismo.
Al paso de unos segundos Wanda se dio por vencida. Parpadeo varias veces y le sonrió a la pelirroja
—Bien, ¿para qué me necesitas?. — la rusa lo único que hizo fue sonreír ampliamente. Cosa que realmente preocupaba a la sokoviana. Eso no era buena señal.
***
—¿Y porqué lo hiciste?.— el moreno analizaba al rubio. Se veía demacrado y con cierto toque de melancolía.
—No lo sé Sam. Solo sucedió y ya no puedo quitar lo que hice. — el hombre caucásico hizo una mueca.
—No puedes ir besando sobrinas del ex-amor de tu vida por ahí Steve. Aveces es mal visto— el pelinegro recargo ambos brazos sobre la mesa.
—¿Desde cuándo te importa lo mal visto Wilson?— Preguntó con diversión Rogers.
—Bueno. Sólo es lo que opino, Steve. Pero, si tu en verdad la quieres, bueno, que no te importe. — le sonrió mientras posaba su mano derecha en el hombro de su amigo.
—Gracias Sam.
No quería que estuvieras sólo.....
Los capítulos serán cortitos. Esperó y les haya gustado.