~Le peintre~

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La pintura y el arte del pincel era para la familia Comyet, una verdadera tradición no escrita en su familia, un don que heredaba aquella familia era mas que reconocida, admirada y prestigiada, mas alla de que eran de una noble familia que se ganaba la vida expresando a través de lienzos sus pensamientos, gustos, opiniones e inclusive sus estados de animo. A todos sorprendía el estilo de la familia, es decir... expresarte abiertamente a través de una persona a millones de personas sin necesidad de usar la boca e decirlo oralmente.

El pueblo sin nombre se sentía afortunado despues de milenios de la existencia de la familia Comyet en el pueblo, que tuvieran estrellas que nadie mas en el mundo podía ver ni apreciar, sonaba egoísta en cierto sentido, retener no solo una generación con futuro si no que toda una legacia solo para verse importante. Pero el pueblo sin nombre era un simple pueblo que no tenia nada mas destacarle, y cualquier cosa que le hiciera tener un poco de valor les valia.

Hasta que llego el momento de que el siguiente descendiente naciera, de la mano de Anais Comyet y Alexander Comyet.

Nacio entre flores y alagos en cuanto salio del vientre de su madre. El hijo que seguiría con la tradición familiar habia nacido con rasgos espectaculares.

Una mancha en la mejilla, y huesos enmarcados con sutiles y deladas lineas hermosas, que parecía que alguien, con un pincel y con la elegancia de un gato habia decorado el cuerpo esqueletico del niño.
Aquellas cuencas tan hermosas, brillantes y de pupilas tan originalmente curiosas.

"Desde su nacimiento sabe que sera una total estrella, por eso tiene una en su cuenca señores"

Los padres reían por los comentarios a su joven hijo, que en brazos trataba de mordisquear el collar dorado de su madre. Su padre estaba orgulloso de que su hijo fuera de su mismo sexo, osease, un hombre, ya se veía en pesadillas cuidando a una hija, satisfacerla en sus necesidad innecesaria de belleza extrema y seguramente ser una verdadera molestia y presumida ante los demas.

Como lo fue su sobrina...
Pero no se puede hablar de otra gente, ni compararla, ni decir que todos seran iguales, pero para el Sr!Comyet, era mejor un varon que una dama.
Haria a su hijo el mejor pintor,destacado y amado por todo el pueblo, mas de lo que alguien pudo haber sido antes.

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El primer año de vida paso con normalidad, tampoco haria a su hijo un amargado sin una infancia. Le daria el mismo amor que su padre le habia dado a el, ayudaba a su esposa a alimentarle, a jugar con el, ser presente de la primera palabra de su pequeño, que valio totalmente la pena

"Ba...ba....ma....ma!" -pronuncio el niño entre risitas mientra aplaudia y se caia sobre las suaves almohadas-

Recordaba la sonrisa entre lagrimas de su esposa cargando al menor con tal de volver a oirle decir esas palabras al menor. El solo veía en la distancia, terminando su nueva pintura.

....
Sus primeros pasos, el fue el encargado de recogerle de sus tropezones, de guiarle por un camino derecho y que no tuviera que desviarse por sus débiles piececitos que aun no soportaban su propio peso, y le hacían caer.

el niño quizo llorar muchas veces, pero la gran mano de su padre le levantaba y le decia palabras que le hicieran volver a intentarlo.

"vamos Encre, tu puedes hijo, solo ven a los brazos de papá, papa esta aqui"- decia mientras emboscaba una sonrisa, una que le transmitía un sentimiento de confianza-

"...." -Encre aun tirado en el piso comenzo a levantarse, se tambaleaba de un lado a otro, y aveces caia sobre su rodilla... pero se levanto decidido hasta dar un paso...luego dio otro...y otro mas para caer en los brazos de su padre al perder el equilibrio- "Daaaa"

I'm the only here| Vampire VerceDonde viven las historias. Descúbrelo ahora