Me desperté cuando mi hermano me dijo que ya habíamos llegado.
-En donde estamos?-pregunte, un poco dormida.
-En casa del abuelo.-dijo el, bajándose del auto, yendo hacia mi puerta para abrirla.
Recibí su mano para levantarme, el cerro la puerta y lo seguí hacia la entrada de aquella casa, bien decorada por fuera.
Al abuelo le gustaba lo antiguo, y siempre opto por una vida mas tranquila pero nunca se despreocupo de la compañía y trato de hacer todo lo posible para no cargar tanto los hombros de mi hermano. El ya tiene ochenta y cinco años, y permanece en casa por su salud.
Un mayordomo nos dio la bienvenida y nos llevó hacia la habitación del abuelo. Toco la puerta y permaneció en silencio, hasta que escucho una voz desgastada que le dijo que entrara.
Permanecimos unos minutos afuera, mi hermano estaba un poco serio.
"Siempre se pone asi cuando viene a ver al abuelo..." Pensé, mientras miraba su puño.
Toque su mano fría, la cual se relajó al tacto de la mía.
El me miro sorprendido, le sonreí y el me devolvió la sonrisa mientras la puerta se abría.
-Puedes irte, te llamaré si necesito algo...- dijo una voz que no reconocí al principio.
-...
-Y bien, Emma, no vas a saludar a tu abuelo?-dijo esa voz desgarrada.
-Abuelo!-dije, yendo hacia la cama enorme que tapaba su cara con mantas que parecían que colgaban del techo.
Toque su mano, y me sorprendí a ver que estaba fría y mas delgada que la ultima vez que lo visité.
-Como van los estudios?...veo que creciste mucho, cada ves estas mas hermosa.
-Abuelo! Jajaja-dije apenada con una sonrisa. A pesar de no ser parientes de sangre, siempre compartimos un vínculo con mi abuelo, el decía que siempre quiso tener una nieta, y le encantaba mi actitud tranquila y madura como era antes.
-Y tu? No piensas saludar, muchacho?- dijo dirigiendo la mirada hacia mi hermano.
-Discúlpeme, es que usted estab- dijo mi hermano inclinando cuerpo, mirando al suelo.
-Ningún miembro de la familia Wadlow se escusa! Levanta la cabeza Joel Nicolás Wadlow!- dijo el abuelo con voz fría y con el tono mas fuerte que podía hacer.
Tocio luego de levantar la voz.
-Abuelo...no deberías esforzarte mucho...
-Si no mal recuerdo, vienen por las propuestas de escuelas, no?- dijo cambiando de tema
Yo no respondí, ya que no entendí a que iba esta conversación, permanecí en silencio mirando a mi hermano desentendida.
-Puedes hablar, veo que tu hermana no sabe mucho al respecto.- dijo el abuelo dirigiéndose a Joel que tenia apartada la mirada.
-Vinimos para que aceptes la propuesta de que nos traslademos y vivamos por un tiempo fuera del negocio familiar y de sus diligencias.
Al escuchar eso, mis ojos se engrandecieron y se llenaron de brillo...el no me había dicho que veníamos por eso precisamente.
-...Y de ser ese el caso, quien se encargaría de la compañía?- pregunto el abuelo en forma lenta.
-El señor Wadlow, vendría en una semana con su esposa, desde ese dia yo ya no estoy a entera disposición de la compañía para manejarla. Acordamos que mi periodo de jefatura, seria de prueba.
YOU ARE READING
La verdad
RomanceEmma es una adolescente mimada y no sabe lo que quiere, en el cumpleaños de su hermano, ella le propone un cambio de vida y comenzar de " nuevo" como unos adolescentes normales sin ataduras de la familia Wadlow y sin etiquetas de cliché.