Hola jaja en realidad no quería dejar notas en esta historia hasta el final, pero debo una enorme disculpa por tardar tanto tiempo en actualizar creó que pasan meses entre cada capítulo, pero aún así quería agradecer a las personas que se toman el tiempo de leerla a pesar de todo, actualmente tengo mucha inspiración, así que es probable que actualice más seguido ( si no hay contratiempos claro) así que sin más que decir, muchas gracias y pues, jaja les dejo el capítulo uwu.
°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°Aquella noche no sucedió nada. Y, por extraño que suene, se sintió como si hubiera pasado todo.
Una vez escuché, que para unirse a una persona no era necesario que hubiera sexo de por medio, que eso era algo carnal y superficial. No lo entendí, hasta esa noche. El estar ahí, contigo con tus brazos rodeandome fuertemente, mientras me quitabas las lágrimas con tus labios, fue, como si hubiera sido expuesto hasta lo más profundo de mi alma ante ti, como si te estuviera dando algo que jamás podría recuperar porque ahora te pertenecia exclusivamente.
Aquella noche, toqué el Sol, el cielo y las estrellas, sin necesidad de gemidos, sudor o una sábana manchada.
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.Creó que todos en el colegio podían notar que yo estaba en las nubes, inclusive, deje mi costumbre de coquetear con las chicas lindas, lo cual, hacia mucho más evidente que lo quería contigo iba en serió.
Megan –que siempre fue como un tipo de adivina–inmediatamente supo a quien se debía mi comportamiento. Y no se lo nege, porque no me avergonzaba de ti, o de lo que sentía.
Fue unas horas más tarde, cuando Artemisa se dirigió hacia mi casillero a preguntarme si lo que decía Megan era cierto.
—Es más que cierto.— Le respondí, sin dejar de sacar mis cuadernos.— Estoy enamorado de Dick.
Ella apretó sus puños y su ceño se fruncio.
—¿Y que pasa con nosotros?— Sentía que su voz se quebraría en cualquier momento.
—No hay un nosotros ¿Lo recuerdas? Dijiste que sólo era sexo para pasar el rato, no recuerdo que fuera más que eso.— Parecía duro, pero era la verdad, fue ella misma la que lo propuso, y la misma que dejó en claro que no habría ningún tipo de relación amorosa.
—Ya veo.— Sin más dio media vuelta.
—¡Artemisa!— Volteé a mirarla y ella detuvo sus pasos, me miró de reojo.— Lo siento.
Agitó su mano, restándole importancia al asunto y se perdió entre la multitud que estaba en el pasillo.
Cerré mi casillero, y sentí un brazo redeandome por lo hombros, era el imbécil de Tommy.
—Hey Wally.
—Hola Tommy.— ¿Qué diablos quería esté sujeto ahora?
—He notado que Dick está muy pegado a ti últimamente, ¿qué? ¿Quiere ser tu putita ahora?— Sabía los rumores que corrían de ti en la escuela, y lo falsos que eran, al igual que sabía que ese imbécil quería joderte porque te había propuesto sexo y tu te negaste.
Aparte su mano bruscamente.
— Si no quieres que te parta la cara, será mejor que cierres tu boca.
—Oh, disculpame, ¿es que ya te comió la polla y ahora te tiene detrás de él como a todos los demás imbéciles?
Todo pasó en menos de un segundo, mi puño hundiéndose en su cara, y miles de ojos puestos sobre nosotros.
El me devolvió el golpe y sentí la sangre salir de mis labios mientras caía al suelo.
Todo fue; golpes, insultos y sangre.
Tommy era más fuerte que yo, sin embargo cuando me lancé contra él y lo tuve en el suelo, no deje de golpearlo en la cara, su nariz sangraba,su labio sangraba, su ojo estaba hinchado, y a pesar de todo, no me detuve, fue como si mi cuerpo bombeará fuego y quisiera quemarlo vivo.
—¡WALLY!— Mi puño se detuvo en el aire, y mi corazón comenzó a palpitar ligeramente más lento. Instantáneamente mi mirada te buscó. Y cuánto te vi, ahí en medio de toda esa gente supe que no me importaría volver a hacerlo, siempre y cuando fuera para defenderte.
Antes de ti, ni siquiera había notado que Megan y Zatanna habían estado gritandome todo este tiempo.
—¡WALLY!— Escuché a Artemisa gritar y cuando volteé sólo sentí un fuerte golpe en mi cara, todo se volvió negro.
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Entré Sábanas Blancas
RandomMe dedicaste tu mejor sonrisa entre lágrimas de dolor y placer. ¿Intentabas consolarme a mi o a ti mismo? -Lo siento.- Me susurraste acariciando uno de mis mechones.- Lo siento tanto Wally. Te devolví la sonrisa y mis ojos se llenaron de gotas cr...