Agosto 12 de 2011
La mañana tibia de un simple día de Agosto, se asomaba el sol de ese tiempo por los huecos que dejaba mi cortina rosada, de seda. Miro mi reloj, 8:30 de la mañana, viernes toca revisión con el doctor Johnson para verificar que las cosas con mi frágil corazón funcionen bien, por mi salud. Mi madre vendrá y siempre le gusta que yo vista de manera formal, a su manera y estilo de ella. Antes de ponerme la ropa "adecuada" me dirijo hacia mi baño y me saco toda la ropa que traigo. El conjunto es de un short muy corto diría yo, y una blusa de tirantes negra con los tirantes color rosado y un gran conejo feliz en medio de ella. Me encanta usarla, me siento un alma libre que puede hacer cualquier cosa sin preocuparme de ser criticada.
Una vez templada y desnuda me coloco en la bañera dejando caer las gotas de agua no muy caliente como el fuego y no muy fría como el hielo. Tal como me gusta. Mi cuerpo adora esa sensación en las mañanas porque me relaja y me dan aún más ganas de ser feliz en ese día. La rutina de siempre, paso el jabón para mi cabello haciendo una especie de masaje en el cuero cabelludo de este y luego recorro la espuma que sale de él, hasta las puntas, una vez creo yo que está limpio me enjuago hasta que quede completamente vacío de jabón. Siguiente paso. Con mi esponja rosada la cubro de mi jabón blanco. Guau que suerte, al fin algo blanco en mi habitación. Bufo por mi pensamiento pero termino de enjabonarme el cuerpo.
Una vez terminado mi labor de ducharme, cierro la llave para que el agua de la bañera deje de caer y yo pueda salir de ella, recorro la cortinita rosada de mi baño. Bufo. Me coloco mi toalla, adivinen de qué color, así es ¡rosada!. Me envuelvo en ella y coloco otra toalla en mi cabello dos veces menos pequeña de la que está ahora en mi cuerpo, abro la puerta de mi baño y acto seguido me dirijo a sacar un conjunto "decente" para verme "presentable". Un short, corto pero elegante rayado de color negro con blanco y una blusa color magenta, con un cinturón no muy ancho alrededor de mi short, unos zapatos con un tacón y aspecto de señora de cuarenta.
Para no parecer tan "indecente" y "vulgar" me coloco una sudadera un color rosa aún más fuerte que el de mi blusa, por ultimo escojo una bolsa rosada al igual que mi sudadera, algo grande y espaciosa. Regalo de cumpleaños de parte del doctor Johnson hace unos dos años aproximadamente. Coloco mi cabello suelto, haciendo pocos rulos en las puntas, coloco solo rubor y un poco de brillo en mis labios, por lo regular no me gusta usar maquillaje pero, todo sea por mi madre.
Termino y bajo a desayunar lo que Angélica, mi ayudante, me ha dejado en la mesa. Tostadas y fruta picada con un vaso de jugo de naranja, siempre con una nota para mí:
"Querida Emma, espero que tengas un excelente día y todo siga yendo bien como siempre con tu salud. Angélica."
En mi rostro se dibuja una sonrisa al terminar de leer la pequeña pero amorosa nota, la guardo en un cajón de la cocina exclusivo para esas notas, son muchas diría yo, tal vez deba meterlas en otro lugar más espacioso.
Después de luchar por meter esa nota en el cajón "especial" me siento en la mesa a comerme lo que Angélica ha dejado para mí esta mañana. Saboreo todo, me encanta la comida que me hace Angélica, la admiro mucho. Mi madre la contrato cuando yo me mude aquí para que trabajara en su casa, y cuando yo necesitara comer o limpiar mi casa ella vendría, casi no la veo pero las veces que se queda conmigo son muy especiales, ella ha sido como mi abuela.
Termino de comer y me dirijo al baño a lavarme los dientes, arriba y abajo y después del lado de abajo y se vuelve a repetir otra vez, escupo la pasta dental y me enjuago la boca. Siempre la misma rutina, todos los días. Bufo.

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One Last Dance
Fiksi Remaja"Tu no eres el amor de mi vida..." "¿Por qué no?" "Por que mi vida se acabara, pero mi amor por ti perdurara por siempre..." -S.