::Adiós amor mío::

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Los personajes que aparecen aquí son obra de la gran Naoko Takeuchi, la historia es creación de mi loca imaginación.

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Como humanos, podemos cometer errores en algún momento de nuestras vidas, de los cuales nos arrepentimos de corazón, pero no siempre lo hacemos a tiempo, o a veces simplemente la culpa es tan grande que no podemos perdonarnos el daño que hemos causado a las personas que amamos.

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Bien dice el dicho, no se sabe lo que se tiene hasta que se pierde.

Y este era el caso, Darien lo sabía, había perdido al amor de su vida. No se merecía el amor de Serena, no era digno de algo tan bello y puro como el amor que Serena siempre le había ofrecido.

Darien volvió su vista a ella, mirándola con atención, pudo notar sus hermosos ojos azules enturbiados por las lágrimas, sus labios rojos a causa del llanto y el frio, como la primera vez que la vio, era cómico pensar en eso en aquellos momentos, pero no podía evitarlo. Serena era aún más bella que la primera vez que la había visto, mucho más, pero en aquellos momentos el dolor opacaba su radiante belleza.

De pronto Darien se dio cuenta de algo, la conocía tan a la perfección, que sabía que todo aquello era realmente difícil para ella, que quería salir corriendo y a la vez arrojarse a sus brazos. Y entonces se reprendió por no haberle demostrado cuanto la amaba cuando tuvo la oportunidad. Ahora no debía, a pesar de que deseara con toda su alma abrazarla y reconfortarla.

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―Llevamos tanto tiempo juntos Darien... Prácticamente vivimos juntos y jamás me has dicho que me amas ―dijo Serena con un hermoso puchero en los labios.

Lo miraba con esperanza, ansiosa por escuchar su respuesta.

―No necesitamos eso Serena, te amo pero no necesito decírtelo a cada segundo para que lo sepas ―dijo Darien mientras la tomaba entre sus brazos.

―Entonces yo te lo diré mil veces al día ―dijo ella contra sus labios ―Lo diré por los dos, porque aunque no parezca algo necesario, quiero que lo tengas siempre presente.

Y entonces cello su boca con un beso, fuerte y apasionado, como ella era, llena de vida y con una intensidad que a Darien siempre lo dejaba abrumado y deseoso de más.

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―Si pudiera regresar el tiempo, esta vez no escondería lo que siento por ti... ahora es tarde, lo sé... tarde para demostrarte todo lo que siempre has inspirado en mi ―dijo Darien en un susurro y casi sin pensarlo. Al instante se arrepintió, no estaba ahí para suplicar una segunda oportunidad, estaba ahí para decir adiós.

―¿Porque Darien? ¿Por qué decidiste esto? ―preguntó con dolor, sintiendo como sus ojos se anegaban en lágrimas y en su garganta crecía a cada segundo un enorme nudo que no la dejaba respirar con facilidad.

―Estoy aterrado Serena... aterrado de todo el dolor que te he causado... aterrado de mis actos ―confesó en un susurro cargado de arrepentimiento.

Te pido perdónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora