Cry Baby; Shawn Mendes.

0.01-CryBaby/Two

Shawn. (4 años)

Observe por la ventana como Dylan llegaba junto a su mamá y su nueva hermanita, se bajaron del taxi y corrí hacia afuera a ver a mi amigo.

Salí de mi casa y corrí a su lado.

–Dylan, llegaste—sonreí ayudándolo a cargar la pañalera de su nueva hermanita.

–Si, mamá no quiere a Lina, la llamo bebe llorona—hizo una mueca.

–Si la quiere, la quiere como a ti solo que no lo sabes—sonreí.

El me sonrió y entramos a su casa, su mamá llegó junto a nosotros y se agachó a la altura de Dylan.

–Ve con la bebe llorona—sonrío.

Shawn (10 años).

Estábamos en el patio de la escuela jugando atrapadas cuando llegó Lina llorando.

–¿Qué pasa Lina?—le preguntó Dylan.

–Tobby y sus amigos me están molestando, me llaman como como mamá lo hace—lloro y abrazo a Dylan.

–¡Bebe llorona! ¿Dónde estás?—grito Tobby, después de lo que dijo todos comenzaron a reírse.

–No la llames así—hablo Dylan empujando a Tobby, yo abrace a Lina.

Tobby cayó al suelo y miro molesto a Dylan, se levanto y le tiro un puñetazo en la cara, la nariz de Dylan comenzó a sangrar y yo corrí a defenderlo dejando a Lina sola.

Narradora.

Una niña llego detrás de ella y comenzó a jalarla de las coletitas haciendo que llorara, ella realmente es muy sensible, suele remplazar su cerebro por su corazón, porque su corazón es el órgano más grande que tiene.

Lina al no saber cómo defenderse grito y eso provocó que la niña le soltara una bofetada dejando su mejilla con un color rojo carmín.

En la escuela todos estaban acostumbrados a molestarla por lo frágil y débil que es y más cuando su única amiga no asistía a clases, pero claro su hermano siempre estaba para defenderla junto a su mejor amigo.

Varias veces le había dicho a su mamá lo que le hacían pero estaba tan ebria que apenas y notaba su existencia.

Lina logró soltarse del agarre de esa chiquilla mal criada y corrió a donde estaba su hermano, vio como la directora junto a la maestra se lo llevaban a él junto a Shawn y los otros niños malos a dirección. A ella no le gustaba que su hermano se metiera en problemas por su culpa. Lina corrió hasta llegar al pequeño escondite donde solía ir cada vez que se sentía muy triste y comenzó a llorar, al parecer era lo único que la pequeña sabía hacer y no le gustaba hacerlo.

La hora de la salida llegó y el papa de Lina y Dylan llegó, el señor alegremente recogió a su pequeña en su salón y esta llorando y gimoteando le contó lo sucedido, el señor muy molesto fue a la dirección a recoger a su hijo y reclamarle por cómo habían tratado a sus hijos, al parecer era el único que quería a sus dos hijos y el cual estaba atento de su pequeña.

Lina seguía triste, veía la nariz de su hermano y le daban ganas de desaparecer, el niño tenía un moretón que abarcaba toda su nariz y eso ponía triste a Lina.

–¿Me perdonas Dylan?—le pregunto a su hermano con los ojos cristalizados.

–Si hermanita, no llores, no fue tu culpa—el niño se acercó a su hermanita y la abrazo.

A Lina le reconfortaba la idea de que su hermano y su papá la querían pero la destrozaban por completo cuando llegaba a casa y veía a su madre ahogándose en alcohol, insultandola y maldiciéndo la hora en la que decidió tenerla y no abortarla.

–Te odio maldita bebe llorona—se escuchó el grito de su madre cuando entro.

Seguido del grito se escucharon los gritos de su padre en respuesta y el llanto de la pequeña.

¿Porque no la querían, si su corazón es el órgano más grande que tiene la pequeña?