Nunca tuvimos intenciones de dañarlos, nuestra misión era protegerlos y eso hicimos.
Desde el principio se nos encomendó su protección y sus acciones, observábamos su vida desde lejos, la tristeza, la soledad, el amor, el dolor, la alegría, el entusiasmo, el miedo, la valentía, sus errores y victorias los pasamos a su lado entendiendo y sintiendo cada una de ellas como propias. Hasta cuando llegaba el fin y el hilo de sus vidas era cortado, la muerte llegaba y sus almas eran entregados al cielo nocturno, el vínculo cultivado por años, lleno de experiencias y sensaciones, era arrebatado de nosotros sin importar el dolor que este nos dejaba.
Cientos de hombres y mujeres se nos encomendaban resguardar y guiar, cientos de experiencias vividas juntos sin que supieran de nuestra existencia. Hasta ese día.
Sabían de nuestro amor hacia ustedes, de nuestro vínculo incondicional, lo habían sentido al igual nosotros, con la misma intensidad, pero el dolor de ver sus vidas apagarse los lleno de furia, miedo, desesperación y egoísmo. Bajaron a la tierra queriendo detener el ciclo, ofrecieron vida eterna sin entender el dolor que luego se desencadenaría, sedujeron a muchos con sus promesas vanas, creyeron ser dioses y gobernadores de las vidas de los hombres. Pero el egoísmo y la ambición nublaron sus almas perdidas y juzgaron a muerte a aquellos a quienes antes habían jurado amar y proteger.
En ese entonces él nos libero, su ira no tubo misericordia, los expulso de la superficie de la tierra y fueron obligados a habitar entre tinieblas y muerte. Pero nuestros hermanos juraron volver y así lo hicieron.
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Fallen
Science Fiction"Porque si Dios no perdonó a los ángeles cuando pecaron, sino que los arrojó al infierno y los entregó a fosos de tinieblas, reservados para juicio." 2 Pedro 2:4