Mentes simples

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Se vio a si mismo por sobre las nubes, flotando, libre, lejos de todo lo que durante años lo había atormentado, como si la guerra jamás hubiera pasado. El sol se ocultaba, pronto caería la noche y las luces nocturnas de las almas entregadas iluminarían el negro cielo. Cerro los ojos, era libre al fin.

De pronto, comenzó a caer, abrió los ojos de inmediato tratando de tatuar en su mente el cielo nocturno, las nubes, la luna, lo que había perdido. Volvía a caer.

Abrió los ojos, agitado se incorporo rápidamente, la luz del día lo cegó, levanto su brazo hasta cubrir su rostro del luz mañanera, escucho unos pájaros trinar y sintió la fresca brisa mañanera en sus brazos, estaba lejos de la habitación oscura y las cadenas. Sus ojos se adaptaron a luz y pudo ver las sabanas blancas que cubrían sus piernas, alzo poco a poco la mirada mientras bajaba sus brazos. La nueva habitación en la que estaba era un tanto diferente a la que lo había albergado estos últimos años, el color de las paredes era de un gris claro, la cama estaba ubicada a un costado junto a una pequeña ventana abierta, por donde solo se veía una alejada cuidad. Al lado izquierdo del catre, una puerta de madera café se levantaba como el objeto mas llamativo del cuarto que parecía vacío.

Trato de ponerse de pie,un dolor agudo se instalo como un cuchillo en su estomago, el dolor no le impidió levantarse, ya se había acostumbrado a él,era como un viejo amigo que lo visitaba a menudo. No estaba seguro, debía salir. Unos pasos se escucharon detrás de la puerta. No volverían a lastimarlo, esta vez seria el quien los haría gritar.

La puerta se abría. miro directamente hacia ella, esperando. Unos ojos castaños entraron. No vacilo ni un momento y actuó.

El suelo comenzó a temblar la madera comenzó caer, la chica de ojos castaños se aferro al marco de la puerta, asustada vio como el piso de la habitación se derrumbaba y un humo oscuro subía por los agujeros, vio como cayo la cama hacia la planta baja que parecía estar en llamas, pronto el apoyo de sus pies desapareció, grito desesperada, ella quedo suspendida en el aire aferrada al marco. miro hacia el chico el hombre que la noche anterior había rescatado. Flotaba en medio de la habitación. La miraba fijamente, sus ojos eran oscuros, inexpresivos. Una leve sonrisa se deslizo por su cara.

La mente de un mortal es tan simple y fácil de manipular.

FallenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora