Capítulo 1: De vuelta en Kinmoku

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NOTA AUTOR: Antes de leer Lo que siento por ti,  pasa a leer Mi promesa Pendiente para poder comprender mejor la historia, pues se trata de una trilogía. 


Sailor Fighter viajaba desde el planeta Tierra hasta Kinmoku, su planeta natal. Estando en la Tierra hace unos días atrás, había recibido un mensaje de la princesa Kakyuu, pidiéndole que regresara cuanto antes, porque necesitaban de su ayuda con urgencia.

Fighter había estado en el planeta Tierra con la autorización de su princesa, para poder cerrar un asunto pendiente, un asunto llamado Usagi Tsukino. Viajó como Sailor Fighter, pero aquel asunto lo atendió como Seiya Kou, ese cantante exitoso que fue alguna vez en la Tierra y que se enamoró perdidamente de una enigmática chica de cabello rubio, pero que se prometió no volver a ver jamás. Atrás debía dejar los recuerdos de aquel secuestro (Leer "Mi promesa pendiente").

Fighter recordaba cada momento vivido con su amada antes de pisar tierra firme en Kinmoku, pues serían los últimos momentos en que se la pasaría soñando con ella, pues ahora debía enfrentar su realidad y asumir completamente como Sailor Fighter, líder de las Sailor Stars Lights.

Aterrizó cerca del reino Tankei, en donde se encuentra la residencia de la princesa Kakyuu. Un lugar que Fighter conocía bien, pues ella era la guardiana principal de la princesa. Caminó hacia el castillo mirando a su alrededor, el lugar se veía bastante desolado. Si bien, era cierto que llevaban poco tiempo reconstruyendo el planeta, devolviendo las semillas estelares a todos los que se les arrebató y trabajando duro la tierra para crear alimentos; el ambiente en Kinmuku, desde que habían vuelto era más acogedor. Gente riendo y trabajando con entusiasmo era fácil de encontrar por los alrededores, sin embargo, esta vez eso no se apreciaba.

Fighter comenzó a inquietarse y apuró el paso para entrar al reino y ver a la princesa Kakyuu. Se encontró con la sorpresa de que nadie estaba vigilando la entrada. Llegó hasta el corredor y no había rastro de Kakyuu. Un mal presentimiento inundó a Fighter, quien comenzó a llamar a la princesa con desesperación.

— ¡Silencio, Fighter! —habló con desagrado Sailor Maker, quien apareció ante sus ojos. Fighter se detuvo de golpe al verla.

— Lo siento, Maker. Comencé a desesperarme cuando vi que nadie venía.

— ¿Ahora te preocupas? —interrumpió irónica Maker— No te hagas, Fighter. Sabemos que te fuiste para estar con esa mujer. ¿Cómo pudiste abandonar a tu propia princesa por ir con ella?

— Maker, no hables así. Yo... yo no abandoné a la princesa, ella me encomendó...

— ¡Sí, ya lo sé! La princesa Kakyuu mintió por ti —interrumpió Maker a Fighter—. No sé a quién crees que engañas, si Healer y yo nos hemos dado cuenta que no haces más que pensar en ella. No sé para qué volviste, hubiese sido mejor que te quedaras allá en la Tierra.

— No te confundas, Maker. Necesitaba concluir un asunto pendiente —se defendió Fighter—. La princesa se mostró comprensiva y ella misma me sugirió una visita. Ya todo está listo, no volveré a irme.

— No tienes idea de las cosas que han ocurrido aquí en tu ausencia —dijo Maker con tristeza—. Te necesitábamos aquí, con nosotros, batallando.

Al escuchar las palabras de Maker, Fighter temió lo peor, ella dijo claramente "Batallando", eso quería decir que alguien había corrompido la paz en Kinmoku.

— ¿Qué ocurrió? ¿Dónde está la princesa Kakyuu? —preguntó alarmada.

Sailor Maker la miraba fijamente con el ceño fruncido, dio la media vuelta y le hizo un gesto con la mano para que la siguiera. Caminó tras ella, Maker entró a una habitación. Allí, en una cama, cubierta por un velo que caía hasta los bordes, se encontraba tendida la princesa Kakyuu. Sailor Healer se encontraba de rodillas junto a la princesa, triste y preocupada.

Lo que siento por ti (Sailor Moon)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora