Capítulo 1

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De nuevo otro ataque en los campos de nuestra pequeña ciudad, esta vez un rebaño de ovejas ha desaparecido durante la noche pasada. Hablamos ahora con el propietario, según él vio una sombra gigante acercarse a su vivienda...

No presté mucha atención a la televisión que estaba encendida tras de mí, pues los exámenes parciales estaban al caer, y que mi compañero de piso la pusiera a todo volumen por las mañanas para según él, mantenerse bien informado, no era de ninguna ayuda. Vale que la carrera de periodismo exigiera tal cosa, pero en música no era necesario.

- ¡Cha Hakyeon! – Únicamente le llamaba así cuando me sacaba de quicio, por suerte lo captó y bajo el volumen al instante.

- Deberías estar más relajado Woonie. – Dijo mientras se tumbaba con ambos brazos bajo la cabeza en el sofá. – No tienes problemas en memorizar, lo captas todo a la primera y apruebas prácticamente sin mirar la lección. ¡Sal y diviértete! ¿Cuándo fue la última vez que lo pasamos bien? – Hizo que pensaba.

- ¿Qué tal el verano donde hicimos piragüismo?

- Tienes razón, lo pasamos de maravilla en aquel campamento... ¡Hace unos nueve años! – Me tiró uno de los cojines que decoraba el sofá.

- ¿Tanto hace que nos conocemos? – Le reté.

Casi todas las mañanas eran así, Hakyeon y yo éramos amigos desde que se mudó a la casa de al lado cuando aún estábamos en la primaria, y en cuanto encontramos la universidad que ofrecía los estudios que ambos queríamos realizar no tardamos en trasladarnos juntos.

La mayoría de los estudiantes vivían en residencias a pocos minutos de la universidad, pero nosotros conseguimos una ganga en una zona urbanística, una casa con dos habitaciones, comedor, baño y un gran jardín en el exterior. Su diseño era algo tradicional y transmitía una paz que a mí me encantaba, pues lo prefería antes que vivir en una minúscula habitación compartida. Hakyeon nunca estuvo muy de acuerdo, insistía en que nos convertiríamos en unos asociales y que no viviríamos la vida universitaria que deberíamos, algo que sinceramente nunca me importó lo más mínimo.

- Noticias de última hora, nuevas apariciones de cadáveres de animales en el bosque...- Mi amigo se giró para prestar atención de nuevo a la televisión.

- Ya es la quinta vez en lo que llevamos de mes, tal vez sea un oso...

- Los osos no son muy transitorios por esta zona Yeonie...

- ¿Quién sabe? Si recorrieran todos los puntos donde están encontrando los cadáveres, se darían cuenta que siempre es la misma zona, y acabarían dando con lo que sea que este causando todo.

- Pues ya sabes... - Me levanté para poner mis manos sobre sus hombros. – Esto es una tarea que solo puedes resolver tú. Podrías descubrir de que se trata, ser como los que salen en televisión y se dedican a hacer de detectives más que periodistas. Quién sabe si gracias a esto, te dan por aprobada la carrera. – Comencé a reír.

- No te lo tomes a broma, sería capaz. – Levantó su pecho y se cruzó de brazos, recordándome a una pose de superhéroe.

Entre risas volví a la calma de mi habitación, y me senté en el objeto favorito de toda la estancia, mi piano. Una de las pruebas finales de mi carrera era la de componer y producir mi propia canción, y a eso me dediqué desde que prácticamente comencé el último curso, y aun así no estaba satisfecho.

Podía pasarme horas escribiendo y borrando una y otra vez la misma frase de una canción, o cambiar la melodía de tal manera que no se parecía en nada a mi idea principal. A veces gritaba de pura frustración, si la música era mi pasión ¿Por qué no salía ni un ápice de inspiración? Hakyeon me repetía continuamente que necesitaba un "muso", nunca supe si realmente el masculino de musa era ese, pero debido a mi orientación sexual, era lo más lógico.

Dirty Paws (Wontaek)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora