N.O.C.H.E [HyungWonho/2Won]

Noche II: Anhelar.

💘💘

(  Antes de empezar: [Por si no lo sabían] 

Bottom: Pasivo.     /     Top: Activo.

Desmodus: Una especie de vampiro-murciélago que se alimenta de sangre de animales. [Lo utilicé para referirme a un vampiro, joven, que se puede convertir en un murciélago todavía.]

Eros: En la mitología griega, es el Dios de la fertilidad, sensualidad. [Todo eso que tenga que ver con la sexualidad]  

Ahora sí, ¡a leer! )

Ya era casi medio día, y el pobre vampiro llamado HyungWon, no había logrado pegar una sóla de sus pestañas en toda la noche.

Ayer en la cena, después del incidente que ocurrió con aquel hombre, el Desmodus que se encuentra acurrucado en la cama, no dejó de pensar en el susodicho. Le cautivó completamente, al grado de querer asistir a todas las cenas que se organizaran en aquella casa. De seguro y ese chico también estaría invitado a tal evento, ¿verdad?

Había estado pensando en cómo es que el chupa sangre (que era bipolar seguramente, por la actitud que tuvo) parecía un dios con el estilo que portaba esa noche. Recuerda haberse dirigido a él por «Lord», pero a decir verdad, debió haberle llamado Eros.

HyungWon era un idiota por haber dejado que ese vampiro tan sexy se alejara de él en la ceremonia; debió haberle seguido el juego o cambiar de tema en el momento en que se empezaba a alejar de él. O tal vez tuvo que evitar haberle respondido de ese modo.

Sí, esa era la clave. Nunca debió contestar de esa manera. ¡Por Dios! Su madre le ha educado correctamente ¿Cómo es que se le ocurrió no actuar de tal forma en aquella fiesta?

Decepcionó a su madre. Si ella hubiera estado junto a él en el momento en que ofendió al otro vampiro, seguro lo reprendería de inmediato.

Deseaba poder volver a ver al vampiro; aunque sea una sóla vez más. Ya no iba a cometer otro error como el que cometió. Sería un Desmodus educado. Todo sea para que al hermoso vampiro, desconocido aún por HyungWon, le agrade por lo menos un poquito.

De repente, los pensamientos del pequeño, fueron interrumpidos por la puerta del dormitorio siendo abierta. Ginnie había entrado con el propósito de despertar a la novena de sus crías más floja. HyungWon sólo pudo encogerse más en su lugar y acobijarse, fingiendo molestia por ser despertado por el ruido provocado, cuando en realidad no había podido conciliar su sueño.

—Bebé —dijo una voz cálida y terciopelada—. Es demasiado tarde, para que sigas durmiendo. Debes levantarte ahora mismo —dijo su madre, abriendo la puerta del cuarto de baño que incluía la alcoba, luego se acercó a los pies de la cama del joven para jalar las sábanas.

—Madre... —HyungWon quería saber.

Se sentó en su colchón, siendo consciente de que su madre probablemente se extrañaría por su "rápida" manera de desperezarse. —¿Crees que soy un... maleducado? —preguntó sin más.

Ginnie frunció el entrecejo. —¿Por qué lo dices? —cuestionó la vampiresa, con su ceño más fruncido por la confusión que le provocó la pregunta tan fuera de lugar que le hizo su hijo. —¿Quién te dijo que eras un maleducado? ¿Fueron tus hermanos? —preguntó enfurecida —¿O, acaso fue tu padre? —cuestionó con más enojo aún, pues si su esposo se atrevió a insultar y hacer sentir mal a su pequeño, no viviría para contarlo —Dímelo ahora, HyungWon. Dime quién fue el que se atrevió a insult-