Capítulo 4

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-¡Oi! ¡Deja en paz a la cerda!- Escuché una voz al final del pasillo, cuando giré la cabeza para ver quién era, vi a Yuma. Que al parecer estaba demasiado eufórico.

-¡No te metas donde no debes! ¡Maldita montaña de carne!- Gritó el chico que estaba por golpearme pero de un solo movimiento lo alejé de mí y empuje al otro que me sujetaba contra la pared.

-Me meto si quiero.- Dijo Yuma desafiante acercándose al chico que había alejado de mí y que ahora miraba al amo Yuma molesto. Pero él lo agarro de la ropa y lo levanta en el aire contra la pared, mientras que el chico le gritaba que lo suelte ya que Yuma comenzó a golpearlo.

-¡Yuma!- Dije tratando de que soltara, ya que podía venir alguien y salir herido.

-¡Ustedes tres, están castigados! ¡Vayan a la sala del director!- Escuché una voz femenina en el pasillo, al escucharla me congelé totalmente, luego que el amo Yuma soltara al muchacho todavía molesto, me dio unos cuantos empujones para que reaccionara y que caminara a aquella habitación donde se encontraría esta persona llamada "Director".

Al llegar nos sentaron a los tres en una silla, yo al medio por supuesto. No querían correr el riesgo de otra pelea. Aúnque pensándolo bien, cuando nos llamaron la atención estábamos los tres solos en el pasillo, los demás habrán escapado o habrán visto cuando se acercaba aquella mujer que nos gritó.

-¿Quién era ella?- Dije seria en voz baja ya sentada en la silla y con la cabeza agachada.

-Ella era la preceptora.- Dijo Yuma molesto porque lo atraparon.

En ese momento entra el director, o eso creo, y se sienta en la silla que está al otro lado del escritorio.

-Díganme, ¿cómo una niña que al parecer por lo que me han contado, muy inteligente se metió en este problema?- Dijo entrelazando sus dedos y apoyando los codos en la mesa. -Dime que pasó.- Dijo refiriéndose a mí, pero no quise hablar mucho.

-Eh, señor...- Dijo Yuma en mi ayuda pero el director lo calló con una seña de su mano.

-¿No hablarás?- Dijo el director inclinando su cabeza para ver mi rostro que tapaba mi flequillo.

-No importa lo que diga, los tres nos vimos involucrados y no cambiará la decisión de castigarnos.- dije ahora mirándolo a los ojos seria pero despreocupada, porque ya sabía lo que pasaría.

-Tienes razón, después de clases se quedarán castigados 3 horas, para limpiar- Dijo finalmente. Cuando salimos de aquella habitación toco el timbre de salida.

-¿Estás bien Tn?¿No te hicieron nada?- Dijo preocupado revisándome de arriba a abajo en busca de golpes.

-Estoy bien amo Yuma- Dije mirándolo fijamente sín expresión en mi rostro, él sólo dio un enorme suspiro de alivio y se dirigió a donde se encontraba el Director con escobas y trapos, mientras que yo lo seguía.

-Aquí tienen.- Nos dijo a los tres extendiendo una escoba que Yuma tomó, luego un trapo que agarré y me fui a la clase donde el amo había entrado. Después no sé qué eligió el chico pero de seguro se habrá ido a otro lado.

-¿En serio estás bien?¿No te duele nada?- dijo barriendo con la escoba mientras yo limpiaba los bancos con el trapo.

-Sí.- dije algo cansada.

Luego de que pasaran las tres horas los dos habíamos limpiado todas las clases y estábamos por irnos, pero cuando salimos no estaban las limusinas y para peor llovía.

-¿ahora qué haremos?- Hable sin expresión alguna estirando la mano para que se mojara con la lluvia.

Él hizo lo mismo, sintiendo como el agua fría corría por la palma de su mano.

-Hace un poco de frío.- susurre sintiendo el viento helado que movía mi cabello y el del Yuma.

Al parecer Yuma me escucho porque me abrazó y yo correspondí, estaba calentito y era muy cómodo, él se acercó a mi cuello y lo olió, yo incline mi cabeza para dejar que bebiera mi sangre y eso hizo. Pero no dolió tanto como creí, cuando terminó se separó de mi y comenzó a caminar en la lluvia sujetando mi mano.

Estuvimos un buen rato bajo la lluvia mojados mientras el viento soplaba a nuestras espaldas, estábamos a un lado de la carretera, y él seguía sujetándome de la mano pero no le di mucha importancia.

-Tengo hambre...- Hablé en voz baja.

-Yo también.- Mencionó Yuma que al parecer me escuchó.

-Mataría por un chocolate.- Dije sin mas.

-¿Te gustan los dulces? Yo también mataría por un tazón de cubos de azúcar.

Después seguimos conversando hasta llegar a la mansión y entrar todo mojados.

-¿Dónde estuvieron?- Pregunto el amo Reiji molesto junto a Shū quienes aparentemente nos esperaban en la entrada.

-Tuve una pelea con un idiota y TN trató de separarnos.- Excusó Yuma mientras que yo bajé la cabeza apenada.

-¿Es cierto TN?- Volvio a preguntar.

-Sí mi amo.- Dije en vos baja.

-Estás castigada, no comerás. Ahora, vete a tu habitación- Ordenó sin más muy molestó. Asentí y solté la mano de Yuma para ir a la habitación que me habían asignado.

Ya en el cuarto suspiré enojada y frustrada. Cuando me controlé me senté en la cama y respiré hondo.

-No importa TN, tú ya has sobrevivido meses sin comer, podrás con sólo un dia- "Sí, pero meses sin que te saquen sangre" Me dije a mi misma. -Ya es tarde- Pronuncie mirando el reloj.

En ese momento tocan la puerta y alguien entra a la habitación, el amo Azusa

-Tengo...un regalo...para...Tn-san- dijo cerrando la puerta y sentándose a un lado de mí

-Toma...- Pronunció dándome una caja algo pesada.

Cuando la abrí mi expresión cambió totalmente, era una caja llena de chocolates blancos y negros, tal vez no me di cuenta pero estaba feliz.

-Gracias, amo Azusa- Hable por primera vez en mucho tiempo feliz.

-No...es mío...es de...Yuma-kun- Dijo mirándome con una leve sonrisa y sus ojos entre cerrados. -Ruki...también lo...castigó- dijo ahora mirando para otro lado.

-Igualmente gracias.- Volví a decir.

-Tn-san...- Dijo volviendo a mirarme.

-¿Qué sucede mi amo?- Pregunté dejando la caja de chocolates a un lado.

-Quisiera...probar...tu...sangre- Habló  mirando mi cuello.

-Está bien...- Dije corriendo mi cabello de aquella zona.

Él se empezó a acercar lentamente esta rozar sus suaves labios contra mi piel y morderme con total cuidado. Esta vez si dolio, pero deje que siguiera.

Cuando dejó de beber mi sangre me dio un beso en la mejilla y se fue de la habitación dejándome sola con los chocolates de Yuma y volviendo a mi locura de hablar sola cuando me molesto.

Luego de un rato de aburrirme mirando el techo empezó a hacer efecto el cansancio y el sueño, aunque no comí ningún chocolate los guardé de todas maneras en la mesita de luz que tenía, para no tentarme y no desobedecer la orden que me dieron de no comer, en fin, me acosté en la cama y tal como estaba me dormí.

Mientras Tn dormía profundamente cansada por el trabajo de limpiar, en plena oscuridad se veía una sombra que empezaba a entrar por la puerta lenta y silenciosamente mientras se acercaba a la cama donde Tn dormía tranquila...

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Espero que lo hayan disfrutado 7u7 okno

PREGUNTA!!: quién quieres que sea aquella sombra?

ADVERTENCIA!!: puede que haya lemon con su respuesta!

Opciones:

-Shū
-Reiji

Entre Dos Hermanos (Reiji, Shū y tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora