Entre Dos Hermanos (Reiji, Shū y tú)

Capitulo 6

¡Ganado!¡Despierta!- Escuché que alguien me gritaba.

Abrí un ojo y era Ruki quien estaba entrando a mi habitación y dirigiéndose a uno de los grandes ventanales que había en esta, tomó las cortinas y las abrió de par en par dejando entrar la luz del sol que me cegaba provocando que no pueda abrir mis ojos y ver mi alrededor.

¿Qué sucede?- Pregunte ya decidida a levantarme, aunque la luz hacia qué me doliera aún más la cabeza por lo de a noche, pero sin embargo no recuerdo mucho lo que pasó.

Levantate y vístete.- Ordeno parado al pie de la cama sosteniendo su libro en la mano.

¿Para qué?- Volví a preguntar a un lado de esta colocándome mis lentes.

Reiji dijo que como castigo deberás ayudar en la mansión durante el día, y tú primera tarea será ayudar a Yuma con su huerto.- Habló mirandome con sus ojos fríos por lo cual lo miré de la misma forma.

Esta bien.- Acepté acomodando mis lentes y arreglando mi collar de piedra azul.

Tienes 5 minutos.- Declaró dirigiéndose a la puerta - Y otra cosa.- Mencionó.

¿Qué ocurre?- Lo mire sería.

Sera mejor que no te le acerques tanto a Yuma, los estaré vigilando y trata de no ensuciarte.- Luego de eso de fue.

¿Qué quiso decir?¿Acaso el amo Reiji le pidió vigilarnos?

No lo se, pero sera mejor que haga caso a su advertencia. En fin, busque un pantalón corto de jean y una musculosa blanca suelta, me vestí, peine mi cabello, coloque mi cuchillo en la funda de mi pierna y salí.

Caminé a las escaleras, baje y fui a donde se encontraba Ruki esperándome.

Llegas 5 segundos tarde- Pronuncio molesto, luego suspiro y empezó a caminar mientras que yo lo seguía.

Se dirigió a un sector del patio donde estaba rodeado de un muro de un poco más de 2 metros cubierto de enredaderas que comenzaban a florecer.

Al entrar a aquel lugar vi que habian un monton de plantas y el aire era muy limpio y me tomé la libertad de inhalar y exhalar ese aire tan puro llenando mis pulmones de su esencia.

Pero cuando me giré a ver me di cuenta que Ruki se había ido dejándome en la puerta de un huerto.

¿Hola?- Dije entrando y viendo la cantida de plantas que habitaban en este rincón.

¡Oi Cerda!¿Qué haces aquí?- Preguntó Yuma acercándose a donde estaba con un poco de tierra en sus manos.

Ruki me mandó a ayudarte- Hablé quitandome mis lentes

Esta bien, toma esa canasta y recoge tomates de aquella planta.- Ordeno indicándome con la cabeza a donde estaba la cesta y la planta.

Hai.- Respondí para ir por aquel sector con la canasta.

Comencé a cortar los tallos de los tomates y a ponerlos en la cesta verificando que estuvieran bien sanos y no podridos o con bichos dentro.

¡Maltita maleza!- Le escuché gritar muy molesto.

¿Qué sucede?- Pregunté acercandome a donde él estaba.

Tenemos que sacar la hierva mala, de lo contrario no florecera nada.- Habló todavía molesto- Al igual que los humanos.

Dejame ver.- Dije ignorando su comentario para acercarme y ver que tipo de mala hierva era. -Es Corocillo- Afirme mientras me reincorporaba.

Tsk.- Yuma se quedó mirando a la planta, molesto tratando de pensar en cómo quitarla.