Parte 3.

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Las puertas del elevador se abrieron, y salí lo más rápido posible para tocar en la puerta número 106, y encontrarme con una Julieta sorprendida.

— Oh, Eli. — miró su reloj. — Llegas demasiado tarde.
— Lo sé, lo siento. Es que me perdí y...
— ¿Te perdiste? Te envié un mensaje con la dirección exacta del hotel antes de llegar a Roma.

— Es que, me robaron el móvil, y...
— Ya, no importa. — sonríe, y abre la puerta por completo, dejándome ver a alguien detrás de ella. — Alice, este es mi novio, Eli. Eli, mi hermana, Alice.

Sonrío falsamente, y me limito a saludarla.

— ¡Ah, es un placer! — me sonríe.
— Eli, pensaba que mañana Alice podría llevarnos a conocer la ciudad. — interrumpe Julieta sonriendo ampliamente, y me veo obligado a aceptar.

[ ]

Me quito las sábanas de encima, y miro el reloj a mi derecha.
10:08 A.M.
Julieta va a matarme.

Me precipito a buscar algo en el armario, ponérmelo y salir corriendo.
Espero en las escaleras del hotel, mi auto llega diez minutos tarde. Justo lo que necesitaba.

Subo, y busco en mi bolsillo algo para dar de propina al Valet Parking.
Me encuentro con la servilleta de ayer.
La abro por curiosidad, y me doy cuenta de que dice algo más al reverso.
"Bienvenido a Italia, idiota americano."

alas; drabbleDonde viven las historias. Descúbrelo ahora