No sé imaginan lo molesto que fue conocer a esa chica, tenía un gran parecido con Dawn, llevaba el mismo estilo de cabello que ella pero más corto, también tenía facciones parecidas, pero no era ella, no podía serlo con sus características, tal vez no sería tan descabellado pensar en ella como Dawn, incluso yo cambie el color de mi piel gracias a la investigación de Liam.
Cuando volví en mi luego de mucho tiempo en coma, tuve que tomar muchas decisiones importantes, me relacione con personas de la organización los iris oscuros, ellos me hablaron de lo referente a ellos, todo lo que sabían y si estaba dispuesto a ayudarlos en la misión, fue allí donde caí en cuenta de mi condición actual, no estaba preparado para hacer nada, no sabía nada de asesinatos, y peor aún, no podía salir a la calle sin escandalizar a nadie, debía hacer algo con eso también.
Entonces investigue un poco en los documentos de Liam, si bien la casa donde vivíamos con el se destruyó, Juan y Sebastián tomaron lo que pudieron sobre el, además ellos estaban al tanto de como Liam hizo para devolver el color de mi cabello y piel el día que lo perdí, y resultó que no era algo permanente, con el tiempo todo en mi se volvería más claro nuevamente, y así paso, deje que siguiera su curso natural y al parecer mi cabello se resiste mucho a cambiar, pero eventualmente también lo hará.
Por todo esto no sería raro de que Dawn fuera la misma persona de nombre Zafiro, solo que aún es un misterio el como luego de ser secuestrada volvería a estar aquí, además a plena luz del día.
Sé que suena como si ella fuera un vampiro que se quema con el sol, pero ella a causa de los experimentos realizados en ella, adquirió la condición de fotofobia, lo que le impide estar a la luz del sol sin quemarse, pero a ella esta condición la afecto demasiado, tanto así que en unos segundos de estar expuesta puede quemarse muy gravemente.
El día que la secuestraron se quemó tanto que parecía incurable, pero esta chica no presenta cicatrices de quemaduras, es más, luce una impecable piel blanca en su vestido azul, que no tiene nada que ver y no se porque lo mencionó... Demonios.
De cualquier manera es demasiada casualidad, me convendría investigar un poco lo sucedido.
Terminamos las primeras clases, la chica nueva ya es bastante popular, las personas no se me acercan por mi color de cabello, cosa que a ella no le afecta ya que todos van a hacerle preguntas, lastimosamente no son preguntas nada agradables.
-¿Eres una delincuente?-, pregunta una chica alta, parece del tipo ruda.
-¿Disculpa?-, dice Zafiro.
-Tu sabes, con ese cabello debes ser una anarquista-, dice la misma chica ruda.
-No se de que me hablas, me gusta el cabello oscuro y nadie me impide tenerlo, eso es todo-.
-Ha, así que crees que puedes hacer lo que quieras, pero no, deberías irte a tu colegio y no volver-.
Se quedó callada y no dijo nada.
-Eso pensé, espero no volverte a ver, oscura-, dijo y se fue, aunque allí no termino, otros la siguieron molestando bastante, apartir de allí solo se quedó callada y sin decir nada.
No me importo, me fui de la clase esperando reunirme con Sasha, debíamos encontrarnos para seguir con la fachada, en la cafetería siempre hacia mucho ruido, las mesas eran tantas y tan amplias que cabían una gran cantidad de personas, igual, yo prefería otro lugar, por lo que luego de comprar en la cafetería iba a una banca alejada para comer, Sasha me espera allí asegurándose que nadie tome la banca, nos saludamos con un hola, aún estando tan alejados debemos actuar por si acaso, le di el almuerzo y comimos lo más rápido posible, en unos minutos ya habíamos terminado y dentro de poco iríamos a las clases nuevamente.
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Heterocromía
Teen FictionHistoria que sigue los acontecimientos narrados en el libro Aniridia. Esta vez con personajes más maduros y un objetivo claro.