¿Seguimos siendo amigos?

3

Capitulo 3

El auto se detuvo y mire a Jazmín de forma nerviosa ella me regala una sonrisa picara. Vuelvo a mirar por la ventanilla y ver las puertas del restaurante me daba náuseas.

—Te vez sexy Ana.

Dice pero aun no me siento comoda con este vestido tan corto y tan ajustado. Muevo mi corto cabello a un lado y me toco la frente.

—Nunca he usado un vestido así.

—Siempre hay una primera vez.

—No quiero citas.

Repito la misma frase otra vez.

—Sabes que no me importa.

Dice con una sonrisa.

—Esto es realmente molesto.

—Solo diviértete.

—No creo que lo haga.

Digo en un bufido y abro la puerta. Jazmín se despide de mi con su mano y me adentro a el restaurante. Me siento en una de las mesas y inmediatamente el mesero se me acerca.

—Hmm, estoy esperando a alguien.

El asiente y se va. Ahora que me pongo a pensar nunca le pregunte el nombre a Jazmín, No se absolutamente nada sobre mi cita.

—Oh dios mio.

Saco mi celular y marco rápidamente el número de Jazmín lo llevo a mi oreja y en cuanto subo mi cabeza me encuentro esos ojos azules mirandome. El chico de la heladería.

—Perdón por interrumpir tu llamada.

Dice. Yo niego.—No te preocupes, ni si quiera estaba hablando.

Cierro el teléfono y lo entro a mi bolso.

—¿Eres la amiga de Jazmín?Perdón es que no me dio detalles.

Dice con una sonrísa. ¿El chico de la heladería es mi cita?

—¿Entonces eres mi cita?

Digo con cierto entusiasmo. El alza la ceja y asiente.

—Parece que si.—Entonces se sienta frente a mi y sacude su cabello a un lado.—Perdón la tardanza, enserio trate de llegar lo mas antes posible.

—No importa.

Después de decir eso un silencio se arma. El llama al camarero y me doy cuenta de que ya no puedo fingir que me siento mal o algo asi. Me entretengo viendolo debatir en su mente que pedir y joder, es realmente guapo. Sus facciones marcadas lo hacían ver tan varonil, sus ojos azules no podrían ser mas hermosos y tan conocidos. No creo que haya una chica que se le resista a este chico.

—¿No te alegra verme?

Es una pregunta rara, pero igual me veo forzada a responder.—Somos unos desconocidos, como me alegraría.

—Entonces dejemos de ser desconocidos para que así te alegre cuando nos volvamos ver.

Dijo coqueto. Mi mente se vacío en fracción de segundos. Sus ojos buscaron los míos acorralandome por completo. Mis gustos eran aburridos, no tenia nada de que comentarle acerca de mi que fuera divertido.

—Me gusta pintar.—Mascullo entre dientes.—Me gusta porque me expreso mientras lo hago. Me encanta ir a museos de artes.

—Nunca he ido a uno, me imagino que ha de ser divertido ir contigo