Mi Despertar

Capítulo 5

Me dirigía rumbo a la sala de tiro con arco,  no encontré a nadie y empezaba a desesperarme. El castillo es muy grande me costara encontrar a alguien que me diga donde diablos puedo encontrar mi clase de tiro con arco. Decidí descansar sentándome en el piso a mitad de la sala principal por si alguien pasaba preguntarle, para mi suerte el único que pasó fue Dycon burlándose de mi. No quería pedirle ayuda pero no tenía opción. 

—¿Dónde esta esa dichosa clase de arco?. - le dije tratando de parecer desinteresada. 

—¿Así que pérdida no Alicia?. - dijo con una mirada de triunfo,  detestaba esa mirada. 

—Sólo dime baboso. - empezaba a desesperarme. 

—Primero discúlpate frente a esta cámara vergonzosamente y veré la forma en que no te regañen. - dijo sonriendo muy atrevido. 

—Ni muerta me disculpo,  nunca me he disculpado frente a nadie y menos lo haré frente a ti. - le respondí defendiendo mi honor y reputación. 

—Bueno—hizo una pausa sin dejar de sonreír— ten suerte usando vestidos y en tus nuevas clases de princesa ordinaria.—dicho eso se dio vuelta y empezó a retirase del lugar. 

¿princesa ordinaria?  ¿Vestidos?  Ni loca. 

—Esta bien,  lo haré. — dije lo suficientemente alto como para que me escuchara. Se detuvo en seco y volteó con su clásica sonrisa de "te gane princesa". Se dirigía nuevamente a la sala con la cámara en sus manos, ahora que lo noto su vestimenta no era la típica de caballero,  si no todo lo contrario, vestía normalmente. 

—Estoy listo para mis disculpas. —dijo sin dejar de grabarme con su estúpida cámara. 

Suspire y me tranquilicé. 

—Arrodíllate, discúlpate, y voltea a la cámara por favor. 

Lo hice me arrodillé y trataba de "disculparme". 

—Yo,  Alicia Sellers me disculpo por mi mal comportamiento y mis faltas de respeto hacía Dycon bla bla bla, y espero me perdone el muy idiota por que si no, le voy a pegar.- terminé y dirigí mi mirada molesta hacia el, el solo sonreía.

—Bien,  no era lo que esperaba pero estoy satisfecho. —Se rió. 

—¿Ahora sí me puedes llevar?. —pregunto un poco molesta. 

—Claro princesa ¿A donde desea ir?. — me dijo jugando haciendo una reverencia ante mi. 

—¿Eres caballero o payaso?. — le dije irónica. 

—Soy lo que me ordenen,  lamentablemente.- susurró.

—Pues te ordeno llevarme a mi clase y borrar ese vídeo de inmediato.- empezaba a irritarme

— No todo se puede en ésta vida, pero trataré de cumplir con ello,  seguirme señorita. —me guiñó el ojo,  todo un idiota. 

Lo seguí hasta el patio trasero del castillo, habían varias personas en ellas estaba James. Me puse nerviosa y empezaba a sudar. Dycon lo notó. 

—Solo relájate y sonríe le naturalmente, eso nos fascina. - El castaño me volvió a guiñar el ojo y me empujó hacia donde se encontraba el rubio. Por primera vez realmente sentía el apoyo de alguien. 

—Gracias. —le respondí mientras me dirigía corriendo hacia el ojiazul.