La soledad consumía su alma y la capacidad de sonreír la había abandonado. No le quedaba nada en esta vida, nada por lo que vivir o sonreír. Lo único que tenía era dolor y tristeza.
Era hora de acabar con eso y por fin descansar. Por eso abrió la ventana y sin titubear decidió saltar.

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Relatos nocturnos
General FictionConjunto de pequeñas historias donde los finales felices no existen. Créditos de la portada a @SamRobinsson