Para siempre (Tatsuhisa Suzuki)

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Y esto te lo dedico a ti! DonajiBautistaParra    

 Espero te guste, y que te haya interpretado bien :3

Te quiero mucho, a pesar de conocernos muy poco :3

Disfuten!

 



-¿Sabes? Basta, yo no soy un objeto que puedes desechar cuando quieras. –Expresó dolida.

-Pues tal vez ese es el problema. –Dijo el cantante molesto. –Nunca comprendiste tu lugar. –Esas palabras la dejaron helada.

-Perfecto, Tatsuhisa. –Fue lo único que pudo expresar. Se sentía desecha, utilizada y poca cosa. Enamorarse de alguien como Suzuki Tatsuhisa... ¿A caso estaba ciega? -Por eso todos te odian... -Habló en voz baja antes de dar media vuelta y salir corriendo del lugar, dejando al cantante sin palabras.

Tatsuhisa bufó, para después gritar a los cuatro vientos mientras que lagrimas descendían de sus ojos.

Donaji corría maldiciendo a todo y todos. Habían jugado con sus sentimientos, algo que nunca perdonaría. Amaba a ese hombre, lo amaba como si su vida dependiera de ello.

Se sentó en una banca que se encontraba en un parque.



-En serio eres alguien raro. –Dijo el hombre viendo como comía.

-Bueno, yo también pienso que eres alguien raro.

-Aja. –Sonrió.

-Raro no, infantil.

-¿Infantil? –Preguntó en con un tono de ofendido bastante fingido.

-Lo eres. –Alzó una ceja.

-Termina de comer.

Donaji sonrió.



-Vaya forma de terminarla. –La voz de su mejor amigo lo tomó de sorpresa.

-No molestes.

-No tengo la intención de hacerlo. Es solo... -Yorke observó el lugar por donde la chica se había ido. –La publicista dijo que la terminaras... pero no tan feo.

-Si no lo hacía de este modo, esto seguro que iría tras ella...

-Ganas no te hacen falta, ¿O sí?

Tatsuhisa se talló los ojos.



-No.

-¿Qué es lo que pasa aquí?

El escándalo que había en los pasillos del lugar hizo que OLDCODEX saliera de su camerino.

-Encontramos a una señorita sin autorización vagando por aquí.

Tatsuhisa miró a la muchacha de pies a cabeza.

-¿Qué hacías por aquí? –Habló.

La mujer veía el piso fijamente.

-Hey, ¿Te encuentras bien? –Preguntó el pintor viendo que la intrusa sudaba.

-S-Si... -Alcanzó a decir. –Y-Yo ya me tengo que ir. –Dijo tratando de zafarse de sus captores.

-Dejenla ir, la pobre parece asustado. –Dijo Yorke viendo como la joven parecía temblar.

-Como digan. –Respondió uno, de los dos oficiales que la sostenían.

-Espera, ¿Cómo te llamas? –Preguntó Tatsuhisa con curiosidad.

-D-Donaji... -Respondió alzando la mirada.

-Bonito nombre.



Lloró, lloró tanto como su cuerpo se lo permitió. ¿Realmente creía que estaría con Tatsuhisa? Fue una gran tonta, fue tan inocente.

Unas gotas empezaron a caer en su rostro, haciendo que tuviera que irse de aquel lugar.

Llegó a su hogar empapada.

La habitación estaba oscura lo que obligó a Donaji prender la luz. El lugar fue iluminado en pocos segundo, dejando ver una foto puesta en la pared. La mujer la observó con nostalgia por unos minutos antes de sacudir su cabeza e ir directo al baño a darse una ducha.



-Vamos Donaji, deja ese bloc. –Tatsuhisa quería llamar la atención de la muchacha. Intentó varías veces, pero parecia que la mujer lo ignoraba.

-No puedo. –Decía moviendo un lápiz por todo el objeto.

-Hubiera salido con Yorke. –Susurró el cantante.

-¿Qué haces aquí entonces?

Tatsuhisa la miró con cara de pocos amigos.

-¡Terminado! –Expresó Donaji viendo su trabajo.

Suzuki le quitó el bloc y observó lo que había en él. Se quedó pasmado por un largo tiempo, sin poder creer lo que se encontraba dibujado en el bloc.

-Soy yo. –Expresó sin poder creerlo.

-Sí, esto es lo que hacía.

Suzuki la miró con una sonrisa traviesa.



-Te juro que pensé que ignorarías a la publicista.

-Es por el bien de OLDCODEX.

-Lo sé, pero esto no es por tu propio bien. Has sacrificado tanto por la banda, es hora de que OLDCODEX sacrifique algo por ti.

Tatsuhisa se quedó callado. Era tarde para arrepentirse, por más que lo deseara. Amaba a la muchacha, más de lo que si quiera pudo haber imaginado o querido.

-Ya han pasado 30min. Desde que se fue, además está lloviendo. ¿Ya vas a corres detrás de ella?



-Te amo.

-Sí, yo también te amo. –Dijo Donaji dándole palmadas suaves a la cabeza del rockero.

-Hablo en serio.

-Aja. –Sabía que Tatsuhisa era algo bromista, por lo que no se permitiría caer en sus enredos.

-¿No me crees?

-Y menos con el tono en que lo dices. –Cruzó sus brazos.

-Entonces tendré que hacer esto. –Y la besó.

Había una vez un SeiyuuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora