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No habían rayos del sol, no había luz que corriera detrás de sus ventanales, ¡gran error! ¡rayos! ¡sólo faltaban 20 minutos para que su primer clase comenzara! Oh, tonto Dongwoo, gruñó, ¡él tenía la culpa! era mitad de semana, estaba a punto de terminar su semana de exámenes y no había estudiado ni un poco, ¡por culpa de Dongwoo que le insistió tanto para que leyera un manga nuevo!

Ni siquiera tomó una ducha, aunque realmente él prefería no hacerlo, no le gustaban las duchas matutinas... ni las vespertinas... ni las nocturas... ¡era sólo un chico con diecisiete años! ¡odiaba con toda su alma ser obligado a tomar un baño! Aunque claro, no es como que llegara oliendo mal a casa, porque sencillamente... él no hacía nada, odiaba los deportes, odiaba la clase de gimnasia y también la natación como clase extra, ¡simplemente odiaba casi todo lo que tenía que ver con transpirar, mojarse o tomar un baño!.

Para Kim Myung Soo, era normal no hacerlo, simplemente se vistió, ignorando el corbatín del uniforme y metiendo sus pertenencias a su mochila, y claro, lo que nunca podía faltar, su preciosa cámara, le había puesto un nombre y la denominaba su esposa, Kitty nunca podía faltar en sus jornadas de estudio, nunca y ese nunca era un verdadero NUNCA, la llevaba consigo a TODAS partes.

Bajó rápidamente despidiéndose con la mano, ni siquiera le había dado tiempo de tomar el desayuno, quizá Dongwoo le daría su parte, como casi todos los días.

No pensaba tomar el autobús, era demasiado tardado, así que no le quedó de otra, ignorando el camión de mudanzas que yacía en la casa del frente, quitó la seguridad de su bicicleta que solía estar en la tonta cochera de su casa y sin pensarlo dos veces subió en ella.

Su reloj de muñeca marcaban las siete cincuenta y cinco, suspiró, estaría a tiempo para la primer clase, la que más detestaba "Historia Universal" no era precisamente lo que más le llamara la atención, aunque realmente eso le daba igual, ¡lo que detestaba era a la señorita Min! ¡Una vieja loca de quizá cuarenta y cinco años que alegaba ser soltera y virgen! Claro, tenía consigo quizá una docena de gatos para ocultar su soledad. La señorita "Min" que de señorita, realmente no tenía nada, le hacía la vida imposible, Myungsoo no era uno de los alumnos ejemplares, pero se esforzaba mucho para tener un buen promedio, pero esa jodida loca hacía su vida miserable, ¡era difícil de creer! Mientras que en Álgebra obtenía una perfecta A, en Historia, que se supone, era más sencilla, terminaba repitiendo siempre, porque según Min Jae le hacían falta muchos conocimientos, ¡que le den! 

Cuando entró al aula de clases, se alivió al saber que aún no estaba allí, Dongwoo le saludó sonriente y él lo fulminó con la mirada, ¡por su culpa había llegado tan tarde! Para su suerte, él tan sólo estaba a tres puestos del suyo, seguiría sentado a un lado de él, de no ser por culpa de los hermanos Kang, una serie de trillizos que habían ingresado hace apenas un año, los maldijo en voz baja de nueva cuenta y se dejó caer en su asiento al igual que su mochila, ¡demonios! ¡ahí tenía a su esposa! ¡su cámara! ¡no podía ser! 

Volvió a maldecir en voz baja rogando que su cámara no haya sufrido daño alguno, justo cuando la había sacado, escuchó la voz irritante de Minjae.

— ¡Guarda eso, Kim!— le regañó mientras dejaba sus libros en su escritorio, bufó mientras rodó los ojos y los siguientes cincuenta minutos se dedicó a ignorar su increíble discurso sobre la segunda guerra mundial.

—¿Escucharon que habrá un nuevo alumno?— Myungsoo dejó caer la bandeja de su almuerzo barato en la mesa de la cafetería, solía ir a la biblioteca a perder el tiempo, pero aquella ocasión Dongwoo le convenció de ir con él y conocer a sus amigos, supuso que él era el único sin más personas en su círculo social aparte de Dongwoo y... bueno, sus mangas.

s t a l k e r ; MyungxJongDonde viven las historias. Descúbrelo ahora