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Cuando Sungyeol entró a aquella oficina se encontró con su hermano menor, suspiró, lo que menos quería era verlo, aunque... siendo sinceros, ¡tendría que verlo el resto de su vida! ¡era su hermano! desgraciadamente.

Su relación no era buena, no recuerda que alguna vez lo fuera, eran polos completamente opuestos, Sungjong tenía una belleza genuina, él sólo era "lindo" para su madre, si, su belleza estaba por debajo de lo promedio;  las notas de Sungjong eran perfectas, las suyas eran un desastre, tenía sus lados buenos, sí, pero Sungjong lo hacía todo a la perfección y siempre se lo reconocían, así eran sus padres, siempre era el segundo, Sungjong era el preferido y él era como el patito feo, como el bicho raro, sus padres... sus padres sabían más de su hermano menor que de él, olvidaban su cumpleaños y si acudían a los eventos escolares era por Sungjong, no por él, y eso, le dolía, su resentimiento contra Sungjong y sus aires de superioridad eran algo que él repudiaba.


—Tome asiento, joven Lee.—  Un hombre de barba blanca y cabellera del mismo tono le invitó, estaba frente a un escritorio de roble, parecía muy costoso, su oficina constaba de una pequeña habitación con paredes tapizadas de tonos blancos con lineas desiguales en tono violeta, una alfombra felpuda en la cual él podría tirarse a leer hasta muy tarde, sip, necesitaba una de esas, parecía muy cómoda, había un estante que parecía costoso, estaba repleto de trofeos, de medallas y a los costados habían muchos reconocimientos, algunos por deportes y otros por desempeño escolar, ahora entendía, la escuela era perfecta como para Sungjong, no se extrañaría de que fuera tomado como un alumno ejemplar, si en su antigua escuela era el número uno.

  — No gracias, sólo vine por las indicaciones, no planeo demorar.—  Sungjong aclaró su garganta mirándolo con cara de pocos amigos, sip, le haría una rabieta después, quizá por irrespetuoso y por no acatar las ordenes del supuesto director.

— Bueno, si es así, puede pasar con mi secretaria, ella podrá darle todas las indicaciones que necesite, también hemos pensado en ustedes, dos alumnos estarán a su disposición para enseñarles las instalaciones y también para ayudarles a adaptarse a nuestro curso, estamos por terminar un ciclo, espero que no se sientan presionados por nuestro sistema.

— Tonterías —  murmuró el mayor. — Gracias, señor... —  suspiró. — No le daré molestias, que tenga un buen día. —  Simplemente cerró aquella puerta y caminó con desgano, entendía porqué Sungjong estaba allí, sabía el porqué de las atenciones que les brindaban, ¡por supuesto que si! todo era por Sungjong, porque él era sobresaliente, porque su expediente era perfecto, porque todo lo que él hacía lo era, ¡hasta respirar se veía tan fino en él!

Sungyeol bufó, se acercó a aquella mujer con expresión dura y le miró

— Lee Sung Yeol, vengo por las indicaciones del director que ha dejado con usted.

— Clase B, salón 33, el chico a su cargo se llama Kim Sunggyu, es el sobresaliente de la clase, él le ayudará a adaptarse, este es su horario, no tarde mucho en llegar a su salón, la profesora es demasiado estricta, ten un buen día —  Parecía un robot, con todos sus movimientos calculados, él tomó una hoja y una identificación, caminó sin dar las gracias, sin despedirse, parecía pensar.


— ¿Estás perdido?—  Reconoció aquella voz al instante, Sungyeol alzó la mirada y negó, lo que menos se esperaba era encontrar de nuevo a aquel chico.

— Para nada, sólo no quiero ingresar a esa aula.

— Estás de suerte, porque yo tampoco, esa tipa me saca de mis casillas, me odia y muy apenas me deja salir al sanitario. —  Sungyeol rió

— Bueno, tendrá sus razones, quizá deberías ponerte en sus zapatos, de verdad que eres odioso. —  Myungsoo bufó

— Vayamos al aula, es la clase donde estoy yo, el grupo es asombroso, pero yo no hablo lo suficiente con ellos, las chicas se volverán locas cuando te vean, sólo por ser nuevo, ya sabes

— Que lástima—  aseguró, ambos comenzaron a caminar, Myungsoo rió

— ¿Acaso eres gay? —  Vaya, ahora todos se metían en ese asunto, Sungyeol bufó

— ¿Te importa? Porque no eres mi tipo, claro está.

— Ni tu el mío. —  aseguró él.

Era la primera vez que se atrevía a decir algo como eso, Myungsoo volvió a reír y él se unió a su risa, estaba... aliviado y por primera vez en el día podía sentirse bien. Quizá, quizá si era homosexual después de todo, pero definitivamente sus gustos serían muy peculiares, porque él era así y aún cuando el chico que tenía enfrente era un adonis coreano de ojos gatunos y piel lechosa, no causaba nada en su interior y bueno, tampoco levantaba a su amiguito, aunque quizá pensó que se trataba porque no tenía mucho tiempo conociéndolo.

— Eres muy alto. —  Agregó su contrario

— Tu muy bajo— Respondió, el chico de ojos felinos sonrió. 

  — Soy activo

— Yo también —  o quizá no, pero eso no lo aceptaría frente a él, porque... él se consideraba versátil, sip, lo era.

  — No te creo—  Myungsoo le miró fijamente.

— ¿Qué? ¿Necesitas que te lo demuestre? —  Una guerra de miradas comenzó, su contrario comenzó a reír. 

— No hace falta, porque te aseguro que no soy el de abajo, quizá tu necesites que alguien te de por detrás para que sepas cual es tu verdadero lugar. —  Lo golpeó en el hombro, porque sinceramente eso era algo personal, algo privado y cualquiera podría escucharlo, y sí, le daba pena que alguien escuchara aquella conversación, tan sólo tenía casi dos horas de conocer a aquel chico y ya tenía propuestas indecorosas de su parte.

— Pervertido—  gruñó

— Nadie dijo que sería yo, ¡no eres mi tipo!— le repitió

— ¡Lo que digas! Sólo ayúdame a llegar a esa aula, después hablaremos.

— ¿Acaso estás diciendo que lo pensarás?

— Oye, niñito. ¡Ya! ¿Qué es lo que pasa por tu mente? ¿acaso te has leído mangas yaoi?

— Al igual que tú. —  murmuró, bien, esto sería difícil y su día sería muy largo, bendita sea la persona que puso en su camino a ese idiota, ¡faltaba más! bufó. 

 

s t a l k e r ; MyungxJongDonde viven las historias. Descúbrelo ahora