The March of the Killer Queen

I

''No la subestimen y tengan cuidado. Es capaz, astuta y peligrosa''

Olesya Dunne de Inglaterra era físicamente una mujer hermosa. Tenía la piel blanca como porcelana, pero ojos oscuros, casi negros, como si ellos tratasen de reflejar su lastimosa vida. Esos ojos también podían decir más que su boca, con una mirada lo podía decir todo.

Su forma de vestir y de actuar la caracterizaba. Sofisticada, elegante y perfeccionista.

Pero sin duda era la mujer más brillante de todos los reinos. Desde pequeña supo aprovechar mucho de todo lo que se le enseñaba, siempre aprendió las cosas con facilidad y desarrolló una inteligencia inimaginable.

A la muy corta edad de diez años y siendo todavía una princesa, ella hablaba a la perfección por lo menos cinco lenguas distintas, sabía mucho sobre las ciencias, amaba las matemáticas y se le daba muy bien la retórica. No era conformista en absoluto, por el contrario, era ambiciosa en exceso, quería saber más, lo quería saber todo.

Ella siendo tan pequeña, ya se encontraba mejor preparada para la corona que cualquier aspirante al trono.

Pero esas grandes razones no iban a hacer que antes de morir, su padre, el Rey Richard, confiara el trono a su propia hija. Para el, Olesya era una desilusión solo por el hecho de haber sido mujer y no un varón.

''Su historia... ninguna en el juego del poder fue más impresionante que la de ella''

Su madre era una joven rusa, princesa de rango menor, su reino era solo una semilla en toda Rusia. Inglaterra necesitaba sucesores y, al ser esta de buena familia, fue considerada y elegida para ser la esposa del entonces príncipe Richard. El matrimonio fue arreglado-como absolutamente todos en su mundo- y al subir al trono, ella también paso a ser la ''Reina Evgenia'' de Inglaterra.

Su papel como ''Reina'' solo podía ejercerlo otorgando un sucesor al trono, un primogénito, especialmente un varón. En el poder las mujeres eran solo un objeto de decoración.

Sin embargo, a los ojos del rey, Evgenia no había cumplido bien su única misión, ya que de su primer embarazo había resultado una niña; Olesya.

De inmediato y desde entonces el rey rechazó a Evgenia y su hija. Estaba completamente seguro de que ni en vida o muerto dejaría que ella gobernara.

Olesya nunca tuvo un padre que la amara y protegiera, y su madre, que probablemente era la única que le podía haber guardado un poco de amor, murió. Estaba sola, pero no se podía esperar nada más, en la realeza se trataba de amor o poder, y siempre se optaba por esto último.

Evgenia murió cuando Olesya tenía solo dos años de edad. Siempre se rumoró que Richard había ordenado su muerte para poder casarse nuevamente con otra mujer, una mujer que le diera un varón. Aunque de eso, ni Olesya ni toda la corte estaban seguros.

Y así fue, unos meses después ya estaba casado con una nueva mujer, la ahora ''Reina consorte'', una madrastra para Olesya.

En cuanto la reina consorte cumplió su ''misión''- y le entrego al que él pensaba, sería el siguiente en la línea de sucesión-corrió con la misma suerte.

El rey por fin tenía su heredero, un niño al que llamó Roger, Roger Taylor. Richard creía que su plan había salido perfecto, pero realmente no era así.

Resultaba que Roger no podía ser el siguiente en la línea de sucesión, pues se creía que había sido fruto de adulterio por parte del rey. Roger era considerado bastardo.

Las reglas eran claras, el heredero al trono no podía ser un bastardo, por más varón que fuese, el no gozaría de los derechos de la nobleza.

Así que cuando Richard murió, muy a pesar de Roger, la única heredera podía ser su media hermana; Olesya. Todo resultó grandioso para ella, pero para Roger fue una gran decepción, y la ira no se hizo no se hizo esperar en él.

Al momento de la coronación ella tenía diecinueve años y Roger casi diecisiete. Ella estaba lista para ser la reina absoluta, para tener el poder que siempre ansió y esperó, para gobernar a su manera sin importar nada, y sobre todo para ser más que la esposa de un rey, más que la mujer que trae al mundo a el sucesor, un objeto de decoración. Ella quería demostrar que una reina puede, y para eso gobernaría con precisión, y defendería con su alma su corona.

Pero Roger no se quedaría con los brazos cruzados. El haría hasta lo imposible por reclamar el poder que no le pertenecía. Y era seguro que sería capaz de matar a su media hermana, pero eso no significaba que podía lograrlo, contra Olesya podía perder y lo sabía.

Pero ¿Quién más se podría atrever a quitarle el poder a la reina? El que lo hiciera definitivamente no sabría lo que estaba haciendo, ni contra quien estaba atentando.