29

622 88 4
                                    

YoonGi Pov.

Llegamos a Nueva York a eso de las once de la mañana. Habíamos llegado antes, pero las cosas se ponen tediosas en el aeropuerto cuando vienes del extranjero... Más si es desde el otro lado del mundo.

El hotel era uno de los de la cadena de Jin, así que era lujoso y había personas lujosas en el.
Nuestra habitación era la suite presidencial. Nunca había estado en una. Lo que más me gusto de esa habitación—aparte de la cómoda cama esponjosa—fue la ventana enorme que tenía. Daba una vista majestuosa de la ciudad.

–YoonGi, ¿vas a dormir?–mire a Jin. Estaba desvistiéndose.
–¿Por qué lo preguntas?–se quitó el pantalón. Ahora lo único que llevaba puesto era su bóxer rosa.

Al notar mi mirada, Jin sonrió algo sonrojado y se acercó un poco a mi.

Esto se pone interesante.

–Porque me voy a bañar, no quiero que me acoses mientras lo hago.

Idiota.

No, para nada–le dije en el tono menos molesto que pude. Yo esperaba otra cosa.
–Bien, entonces te veré cuando salga–y se metió al baño.

Me quedé solo sentado en la cama mirando a la ventana. Nueva York. Que ciudad tan más sobrevalorada.
Lo sé, no debería juzgar a una ciudad por haberla visto únicamente por la ventana de un coche, pero la verdad, Nueva York no tenía nada que Seúl no tuviera.

No me emocionaba pasear por ahí.

Mentiroso.

–No otra vez–la voz en mi cabeza no había aparecido hacía tiempo. Hasta ahora.

Por otro lado, tenía razón. En realidad, solo había una cosa que quería ver en esa ciudad. La Quinta Avenida.
Siempre me pareció un lindo lugar, por las pantallas y esas cosas—exceptuando que siempre estaba abarrotado de gente—.

No estaba seguro de si Jin iría conmigo, ya que él venía por trabajo y yo solo era su compañía. Era muy probable que fuera ir yo solo.

Me saque la camisa y me recosté en la cama. Tan cómoda... Mire a la puerta del baño. Jin debía estar terminando.

Jin... Ese rubio que conocí por casualidad a causa indirecta de mis amigos. Esos idiotas... Les debía mi feliz relación con mi novio.

Me pregunto si habría conocido a Jin aunque no hubiera ido a la fiesta. Quizás nunca lo hubiera conocido... O lo hubiera pasado por alto.

De cualquier modo, no me arrepiento de haber aceptado ir. Creo que fue lo mejor que pude hacer.

–¿Jin?–escuché una voz familiar. Me levante de la cama y me quedé quieto. La voz volvió a hablar–. Jin, ya llegue–¿qué cosa?. La puerta del cuarto se abrió. ¿Cómo había conseguido una llave para nuestro cuarto? No lo sabía, y eso me espantaba.

Me moví lentamente hacia la puerta. El intruso no pareció oírme, ya que siguió llamando a Jin.

–Escucha, lamento haber llegado tarde, yo...–el chico quedo frente a mi. Me alejé de un salto y pude verlo bien.
–¿Tú qué haces aquí?

Since I Saw You [Sujin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora