(Suena la alarma)
-¡Joder, como odio ese sonido!- Fueron las palabras que salieron de mi boca. Voy hasta el baño para cepillarme los dientes y darme un baño. Una vez lista, tomé mi bolso y en ese instante...
(Suena mi móvil)
-Por Dios Gabriela, ¿qué acaso no has visto la hora? ¡Ya estás tarde para recogernos! - la voz molesta de Nashla la podía escuchar sin tener que pegarme mi móvil al oído. Levantó la mano derecha para ver el reloj y solo estaba retrasada por 10 minutos.
-¿Quieres calmarte? Ya voy de salida- dicho esto colgué, sin dejar que Nashla me respondiera.
A la verdad que esa rubia tenía el poder de enloquecer a cualquiera. Llevo desde los 5 años siendo su mejor amiga. Nashla es como una hermana para mí, siempre tiene buenos consejos. Ella era de tez blanca, ojos verdes, pelo largo y rubio.
Cuando llego a casa de Nashla tocó la bocina y esta sale con August. Los miró sonriendo.
-Hola amigos ¿están listos para el último año de escuela? - digo, mientras estos se montan en mi vehículo.
-No tan entusiasmado como tu, pero si- August me contesta con una sonrisa, dejándome ver sus dientes perfectos. Al igual que Nashla, él era mi mejor amigo de infancia. August es muy sobreprotector conmigo, lo adoraba porque siempre estaba para sacarme una sonrisa y hacerme sentir cómoda.
(Suena el móvil de Nashla)
-¡Okey, entiendo! Gracias, hasta luego- dijo Nashla.
En seguida pregunté -Se puede saber ¿con quién hablabas picarona?- menciono de forma sarcástica y burlona. Simultáneamente arrancó y me dirijo hacia la escuela.
-Te cuento luego- Respondió, restándole importancia.
¡Al fin llegamos, tarde pero llegamos!
Al salir del vehículo me encuentro con Kevin, el chico más popular de toda la escuela igual que August. Sentí como el mundo se tornaba de un ambiente tranquilo a uno pesado. Kevin es un chico alto, ojos verdes, musculoso, piel blanca, pelo negro y lacio, su boca tenía un toque de rosado y era el idiota más grande, o bueno, así lo consideraba yo.
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Finalmente, se ha terminado el día más largo. Me dirijo a guardar mis libros, cuando de repente siento que unas manos se posan en mi cintura, eran suaves. Antes de darme la vuelta, escucho como se posa algo en mi oído izquierdo.
-¡Qué trasero se te ve con esos pantalones, estas increíblemente buena!- Al escuchar esto me doy la vuelta y me topo con Kevin. ¡Grrr! Como odiaba a ese tipo, se creía que era lo último. Traía puesto unos jeans oscuros, un t-shirt color carne (que le quedaba perfecto, ya que sus atributos se marcaban perfectamente), y traía puesta una gorra del color de sus zapatos, negro.
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¿Puede ser posible?
Teen FictionFrases cliché como: "Del amor al odio hay un solo paso" o "El amor es una palabra hasta que llega alguien y le da sentido", cobran vida cuando hay una Gabriela Swan o un Kevin Macoman. Nadie esperaba que un viaje de excursión a Bora Bora y un acci...