Capítulo 19.

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Narra Sebastián.
Está es la tercer noche que no veo a la pelirroja, a decir verdad Alissa es divertida, si dejamos de lado su parte insoportable.
-...Entonces yo de verdad creí que era amarillo- la castaña rió y tomó de su café- Pero era ... Espera ¿qué estaba contándote?.
Frote mis sienes, la convivencia con ella no era del todo espectacular pero peor es nada.
-No lo sé- Rasqué mi nuca- Jamás te presto atención- Sonreí mostrando mis dientes.
Alissa achinó los ojos - Deja de sonreír así- me lanzó una servilleta- tienes un frijol en el diente- rió.
Me levanté de mi silla- Tengo papeleo que ordenar, y mañana entro a primera hora- saqué mi cartera y deje un billete en la mesa - Supongo que nos vemos.
-Nunca llegas a primera hora- se levantó de su lugar también y dejó algunas monedas en la mesa- Vamos te haré el honor de que me acompañes a tomar un taxi- se colocó su abrigo.
Ali iba junta a mí. Caminábamos sobre la acera. Ella tenía una de sus manos metida en la bolsa de su bonito abrigo negro y con el brazo de su mano libre rodeaba mi antebrazo creando un agarre que trate de romper sin éxito alguno, así que deje de intentarlo. En algún momento se cansaría ( espero)...
-Tienes un lindo perfil - la mire y pude notar el brillo en sus ojos- Pero el moco en tú nariz lo arruina - rió.
Por alguna ¿extraña? Razón reí junto a ella- Gracias- dije y pude sentir el rubor en mis mejillas- No puedo decir lo mismo de ti.
- Claramente no; Yo no acostumbro a tener mocos, yo sí me limpio la nariz.
-Eres insoportable- le sonreí.
-Tú me soportas- me sonrió de vuelta.
-¡No me queda de otra!.
Soltó mi antebrazo - Puedes irte si quieres y dejarme aquí en medio de la nada, de noche- puso una mano en su pecho dramatizando- Si algo me sucede quedará en tu consciencia.
-¡Ahí viene un taxi! - dije mirando hacía la calle
-Claro, ahora me mandas en un taxi para deshacerte de mí.
Hice una seña y el vehículo paró. A su vez abrí la puerta de esté - Adiós , Te veo mañana.
La castaña subió - Te quiero, de verdad te quiero- sonrió .
Cerré la puerta del taxi, moví mi mano en señal de despedida y comencé a caminar rumbo a mi departamento pensando en todo y a la vez en nada.
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Perdón por tardar tanto. Siempre tardo , pero hago lo posible para que eso termine.
Lindo día.

Café Para DosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora