Capítulo 20.

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Narra Dann.
Subí mi escote y miré una vez más hacía la calle que se abría a mi derecha con la esperanza de ver en la negrura de la noche su silueta caminando hacía mí. Pero eso no pasó ayer, y no pasará hoy.
Solté todo el aire contenido en mis pulmones. Bebí de mi café y me resigne a que no vendría esta noche.
-¿Tú príncipe azul se habrá perdido por ahí con alguna plebeya?- dijo riendo  la rubia a mi lado.
-No lo sé.- eleve mis hombros-. Espero que no.
-¿Cuántos servicios llevas hoy?
-Ninguno- baje mi cabeza.
- ¿Estas loca?- susurro alterada-. Tú sabes lo que les pasa a las chicas que cumplen 5 días sin servicios. No quiero que te pase eso...
-No me pasará - trate de calmarla- Conseguiré algo, pronto.
-Deja de pensar en lo innecesario.
-El es necesario en mi vida- admití mientras mi vista se nublaba.
-Nadie es necesario en la vida de nadie.  Además él sí puede vivir; Salir; Hacer lo que se le venga en gana. No hagas que tú vida dependa de la de él. No lo hagas sentir responsable de lo que te sucede.
Yo sólo me limite a fruncir el ceño mientras divagaba entre mis pensamientos.
Yoah tenía razón, el tiene una vida, antes de conocerme ya tenía actividades, no puedo pretender llegar a su vida y esperar que está cambie solo porque sí.
A veces me gustaría tener una vida. Mi corazón late, pero no vivo. Esto no es vivir.
No soy la única en esta situación, muchas personas están igual que yo.
¿Cuantas personas no abandonan sus sueños para hacer algo más?
La felicidad esta en los buenos días de un familiar, en el abrazo de mamá, en el poder sonreír con alguien. La felicidad esta en cerrar los ojos para capturar la esencia de un momento y hacerlo inolvidable.
La felicidad somos nosotros.

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