El apocalipsis de Peters

Nuevos "amigos"

Al salir de la vente fui atropellado por unos tipos que iban a lo loco. Ellos siguieron recto pero yo no iba a quedarme ahí parado como si tal cosa, por lo cual le dispare a las llantas del vehículo mientras estaba moribundo, este se detuvo y salieron dos tipos muy cabreados que iniciaron la siguiente conversación:

 Desconocido 1: Que hacemos con esto?

 Desconocido 2: Vamos a dejarlo aquí y nos largamos, total no sabe nada.

 Desconocido 1: A mí no me da buena espina hacer eso.

 Desconocido 2: Porque, no sabe nada y un delito de sangre ahora ya no son palabras mayores.

 Desconocido 1: Que no sabe nada? Mira, despierta, somos traficantes que vamos a llevar un cargamento de armas a Barcelona. Suficiente?

 Desconocido 2: Si, genial ahora lo tenemos que secuestrar.

 Desconocido 1: No había pensado en eso.

Lo mejor fue que ni siguiera oí lo que dijeron.

Al día siguiente me encontré atado a no sé el que porque estaba a oscuras, seguramente en un sótano, me despertaron unos pasos de alguien bajando unas escaleras, cuando llegó encendió la luz y vi que estaba atado a la pata de un estante. Me preguntó que si recordaba y le dije que sí. Ojala hubiera dicho que no porque me dijo que en ese caso se tenía que deshacer de mí. Me dio una pistola y el saco otra para sí mismo. Dijo que haber quien le disparaba al otro antes. Todo aquello me extrañó bastante pero justo cuando le iba a disparar me di cuenta de que era una pistola trucada, es decir que si disparaba la bala saldría por la parte de atrás, pero no le dije nada. Esperamos durante dos minutos apuntando sin hacer nada, pero finalmente le di la vuelta a la pistola pareciendo que me dispararía a mi misto pero al saber que estaba trucada le di a él. Al darle cayó al suelo no lo mate pero le di en el brazo, entonces vi que en la estantería en la que me ataron había una cuchilla y me desate las cuerdas. Una vez que estaba liberado oí a su compañero bajar, así que estaba apuntado a la puerta por la que saldría; pero me di cuenta de que esa no tenía balas así cogí la de su compañero y me apunte para que al estar trucada le diera a él. Pero el caso fue diferente cuando el salió yo disparé, la diferencia era que la otra pistola no estaba trucada y me dispare a mí mismo. Rápidamente vino la policía porque les había llamado alguien que oyó los tiros y al llegar el policía vio a un tipo observando a dos tipos vivos, pero con un tiro cada uno, así que a él lo llevaron a una cárcel de Barcelona y a su compañero y a mí al hospital. Cuando me sacaron la bala a mí y al compañero, los Peters ya habían infectado el 60% del planeta. Su compañero el anarquista, terrorista, sicario, pirómano... No lo sé pero quería alejarme de él lo más pronto posible, pero evidentemente no me lo iban a poner tan fácil. El tipo me explico distintas cosas, aunque hubiera preferido que me dejara ir a mi bola, me explico lo siguiente: Mi nombre es Iván Fernández López y el que habían encerrado era su compañero Adrián Martínez Perico. Tenemos muchos contactos, demasiados para cualquier civil LEGAL, por lo cual era mejor no tener problemas con nosotros, y como lo habían encerrado por tu culpa le tenía que ayudar o si no, no serán los Peters los que acaben contigo. Después de aquello me vi en la obligación de ayudar a Iván, así que hizo una llamada y consiguió un coche (vaya).

Una vez llegamos a Barcelona buscamos la cárcel, hasta que finalmente la encontramos, seguramente pasamos primero por todas las malditas calles de Barcelona. Nos quedamos esperando hasta que salieron un par de policías y se montaron en un coche patrulla, ahí seguimos avanzando como si nada, Iván tiro unos pinchos que incorporaba el coche, dimos la vuelta pasando por la calle de al lado y por la espalda sin que se enteraran los incapacitamos. Los llevamos a un callejón y nos cambiamos la ropa. Una vez que estábamos vestidos nos metimos en la comisaría. Fuimos buscando hasta que encontramos la celda de Adrián. Le explicamos que no éramos policías de verdad, si no, su compañero. A él, le costó un poco entender porque me había aliado con ellos pero al final lo entendió. Empezamos a probar todas las llaves de ese traje hasta encontrar una que abriera la celda, pero no hubo suerte.

En ese momento recordamos que en la entrada había alguien vigilando la entrada y cerca suya, había una caja con las llaves de todas las celdas. Empezaron a idear un plan y finalmente se les ocurrió. Primerio yo debía bajar hasta que encontrara la caja de fusibles y desactivarla, lo que haría que la prisión se quedara a oscuras, aprovechando eso, Iván le pondría un venda para que ya no pudiera ver del todo a nada ni nadie. Ahí es cuando el roba las llaves y se larga, una vez que lo hace ya podemos abrir la celda. Eso fue exactamente lo que hicimos, y por raro que parezca funcionó.