Empezamos a probar llaves hasta que una abrió su celda, pero apareció otro policía e hizo saltar la alarma. En ese momento pensaba que todos terminaríamos pudriéndonos en chirona. Pero fui el único, me pasaron un arma (creía que para suicidarnos, PERO NO). Era para combatir a la policía, iniciamos un tiroteo. Entre tanto Adrián e Iván hicieron una llamada. Consiguieron un coche, un piloto y un helicóptero. Una vez que la zona estaba limpia de policías. Aprovechamos nuestra oportunidad y salimos corriendo hasta que llegamos al coche blindado e hicimos lo siguiente. El piloto se puso en marcha y se colocó en la parte más alta de la ciudad accesible por un coche. Fuimos hasta allí y saltamos con el coche, rápidamente salimos y nos agarramos a las patas del helicóptero. Como no podíamos seguir en España ya que estábamos en busca y captura, tuvimos que ir a Francia.
Cuando llegamos allí, el piloto les dio una bolsa de dinero (dijo que con eso podríamos aguantar un mes). Una vez allí nos alojamos en una pensión, la más barata que encontramos, ellos decían que si no hacían muchos gastos, moriría por el apocalipsis antes que por no tener plata. Yo les dije que conseguí un cargamento de armas, pero desde que me secuestraron no los volví a ver. Eso les hace recordar algo, dijeron que se llevaron esa caja pero que no le dieron suma importancia, así que la dejaron en su garaje, pensando abrirla; pero al final no lo hicieron. Les pregunté si se habían traído algún arma, dijeron que se habían traído 3 pistolas sin apenas balas, eso no mejoraba la situación.
Días más tarde ya nos habíamos acostumbrado a nuestra monótona y aburrida vida, se había esfumado la esperanza, sin embargo; en la televisión comunicaban que habían creado unas cápsulas que congelaban el cuerpo de una persona durante varios años, y que al cabo de 2 siglos más o menos lo descongelaban (después del apocalipsis). La idea parecía buena, solo teníamos un problema, costaba 1.000.000€, pero tan poco era tanto problema según Iván, dijo que ya habían atracado algún banco antes, y que podrían volver a hacerlo. A lo que Adrián le dio la razón y continuó diciendo que en una ciudad cercana había un banco que contendría unos 8 millones más o menos en su interior. Hasta ese punto todo parecía genial, parecía haber esperanza... Pero solo parecía, en ese momento me acordé y objeté que no teníamos armas, aunque más bien dije eso teniendo alguna esperanza de que ellos lo pudieran solucionar, pero ellos simplemente se limitaron a darme la razón, les pregunté si es que no había ningún vendedor de armas. A lo que me dijeron que posiblemente no, pero por probar. Unos días más tarde vinieron a la pensión felices y contentos, asegurando que se les había aparecido la virgen (en sentido metafórico). Decían habían encontrado un vendedor llamado: Daniel García Ferchen. Él era un vendedor diferente, sus tratos no eran como los de los demás. Me aseguraron que nos daría todas las armas que necesitáramos gratis, si lo incluíamos en nuestro atraco y se quedaba con un millón, la idea nos pareció bien a todos así que aceptamos.
Unos días más tarde fuimos a por Daniel y nos dirigimos directos al banco, después de una hora en el coche llegamos al banco, cada uno se equipó con pistola, escopeta, un fúsil, un chaleco antibalas y un casco antibalas. Entramos rápidamente e incapacitamos a los guardias, Iván y Dani fueron a la caja fuerte con unos potentes corrosivos de metales y Adrián y yo nos quedamos con los rehenes. Cuando Iván y Dani llegaron a la pared gigante de metal, le empezaron a derretirla con su corrosivo de metales, una vez eso, robaron el dinero que estaba a su disposición (que no era poco) y salieron corriendo, una vez llegaron con Adrián y conmigo, nos encontramos a muchos policías delante nuestra, empezamos a cubrirnos y a disparar como si no hubiese un mañana, pero eran demasiados; y sabíamos que tarde o temprano nos quedaríamos sin balas, así que Dani y Adrián se quedaron conteniendo a la policía e Iván y yo fuimos a buscar otra salida. Después de unos 10 minutos de buscar por el banco de arriba abajo, vimos venir hacia nosotros corriendo a Dani y Adrián, diciendo que se les habían acabado las balas y que los policías estaban entrando al edificio, en ese momento todos pensábamos que estaban perdidos, veíamos a los policías entrar, decidimos escondernos debajo de un escritorio en el segundo piso. En ese momento de pánico, Adrián nos salvó el culo, y le preguntó a Dani si le quedaba ácido corrosivo, a lo que este afirmo, cambiando el rostro de Adrián, rápidamente cogió el poco ácido que quedaba, salió de la oficina corriendo, viendo a los policías a pocos metros de él, pero no le importó, siguió corriendo ignorando los disparos que oía tras de él. No entendimos muy bien que quería hacer el, éramos conscientes que tarde o temprano se toparía con una pared y la pasma lo acorralaría, finalmente ese momento llegó, todos pensamos que Adrián estaba perdido (y nosotros también por haber desvelado nuestro escondite) cuando tiro el ácido a la pared, la derritió y saltó hacia el suelo (definitivamente eso tuvo que doler). Después de eso, me asomé y vi que no había moros en la costa, por lo que aprovechamos y salimos corriendo, hasta llegar a la puerta principal, donde nos encontramos con Adrián y un coche que acababa de robar, rápidamente nos montamos y empezamos a huir de la policía. Creíamos que iba a ser más o menos fácil librarnos de la policía. Nos equivocábamos, habían muchos refuerzos, helicópteros...
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El apocalipsis de Peters
AdventureUna historia creada desde el aburrimiento. Que no tiene nada que ver con padre de familia/family guy. Un chaval (un poco amargado) atrapado en un apocalipsis, donde hará amigos (un poco raros) y vivirá "aventuras".