04

658 82 9
                                    

Severus estaba en cubierta, manejaba el timón, el mar estaba tranquilo, el sol estaba justo por encima del barco, o eso parecía por el calor que había, soltó el timón una vez determinada la dirección según el mapa, se dirigió a la punta del barco, se sentó en la orilla, un lugar bastante peligroso pero que a él le encantaba.

Pronto sintió alguien tras el, era Regulus dándole aviso de que los nobles ya estaban acomodándose en su cuarto, el estaba perdido en su mente, como si estuviera en el mar, en el agua, por eso no le prestó atención a Regulus.

Escuchó un suspiro.

Volvió a conectar su mente al barco para prestar atención a el que le hablaba.

—¡Severus!
—Reg...
Volvió a suspirar el de chinos.
—Severus, sé que esto es difícil, pero eres el hombre más valiente que he conocido, no dudo que lo vayas a lograr, Voldemort caerá tarde o temprano, tendrás la vida tranquila que tanto quisiste alguna vez.

Severus regresó su vista al mar y no puso más atención, miraba el cielo azul, en perfecta sintonía con las altas olas del mar, no sin antes decir:—Que les lleven comida, manda a Slughorn a prepararles la mesa privada, sabemos que son un poco... especiales.
—¿Y tú?
—Por ahora no tengo hambre, ustedes hagan lo que quieran.

Después Regulus se fue.

El siguió estando ahí un buen rato.

Observaba el mar, disfrutaba la sensación del viento húmedo, combinado con la luz solar y la humedad de la madera bajo el, se le mojaron las botas pero aún así, se mantuvo ahí para observar el atardecer.

[• • •]


Regulus, como lo ordenó Severus, pidió al señor Slughorn preparar la comida a los nobles, luego les mostró el camino al comedor privado a ellos y luego se fue a preguntarle a Lucius que harían ellos.

Los nobles ya se encontraban sentados en el comedor privado.

El Capitan del Corazón NegroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora