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Solamente tócame, abrázame, bésame y devórame.



SeokJin tuvo una adolescencia muy pura, nunca sintió esos "sueños húmedos" que explicaban sus profesores de biología y educación sexual. Nunca, hasta ahora.

Los labios de TaeHyung bajaban por toda su espina dorsal, haciendo que con cada beso SeokJin se estremeciera, sintiera placer; las manos hábiles de el rubio acariciaban con suavidad los costados de él, con cada toque venía un jadeo.

Las estocadas de TaeHyung hacían que Jin gritase por la sensación de estar siendo humillado viéndose frente a un espejo, le gustaba eso, que el menor lo humillara ante si mismo viendo las caras que ponía mientras este lo penetraba sin control alguno.

SeokJin despertó bañado en sudor y con la respiración agitada, por unos instantes creyó que fue real, pero verse en su cama le arruinó la ilusión.

Miró la hora, 6:35 a.m, sabía que no podría volver a dormir, su sueño acabó cuando tenía que pasar, entonces decidió levantarse para ir al baño. Vió una erección en sus pantalones.



Por favor, déjame besar tu ser, el mundo que otros no ven.




La mañana terminó por ser la misma rutina, a diferencia de que en su mente no dejaban de estar esas escenas dignas de una película porno de bajo presupuesto. Una habitación, un espejo y dos chicos follando con desmedida, era todo lo que había en su sueño.

SeokJin sabía que estaba tocando fondo con TaeHyung. Nunca han tenido una charla más larga, no saben casi nada uno del otro, y ni hablar de alguna cita. Había llegado muy lejos en poco tiempo, con alguien al que de vida conocía tan bien como él sabía de literatura francesa. Todas esas cosas románticas que hacen las personas antes de llegar a pensar en hacer el amor, en las que creía Jin, de pronto parecieron no tener la relevancia en eso. ¿Donde quedaron esos detalles bonitos, regalos, hablar hasta el amanecer, amarse profundamente y luego desearse entre sí?

Patrañas. Pensó.

Pero no sabía que hacer, pensar en él le gustaba, pero cuando lo imaginaba de maneras más comprometedoras... Simplemente se ponía nervioso por sí mismo. Y es que, no podría pensar en tenerlo encima, controlando su ser en cada ámbito, sin quedar con un color rojo en sus mejillas y avergonzándose de pensar en esa clase de cosas, que antes le parecían tan repulsivas. Él no creía en ese lado donde sólo se podía hacer el amor por diversión, pero por amor sí, como la frase misma decía en ella.

Había estado confundido el día de ayer, y ahora el día de hoy. ¿Es que acaso TaeHyung no podía salir de todos sus pensamientos por un simple rato?

A veces se lamentaba de ser tan cobarde y no querer salir de su cómoda zona de confort, donde
no había algún tipo de valor en
ser extrovertido y tener el deseo
de arriesgarse a hacer algo.

¿Por qué tenía que ser tan estúpidamente terco? Él conocía bien su vida, y sabia que era un idiota que no tenia coraje para hacer cosas que pudieran tener alguna consecuencia fuerte. Sabía bien que nada de lo que pensaba sobre la vida, era correcto. ¿O es que en el fondo tenía la mente de un niño de unos doce años, en el cuerpo de un hombre de veinticinco?

Fool, U Care, oK? ►TaeJin★ (+18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora