Harry Potter y la camara de los secretos (Rayita)

Capitulo 2

Lo que quedaba de verano pasó más rápido de lo que pensé. El día que tanto esperé llegó más rápido de lo que pensé y está vez estabamos más tranquilos ya que sabíamos lo que teniamos que hacer.

Todo iba bien, llegamos al andén y llegamos justo a tiempo. Luego de que nos despedimos de la abuela Neville y yo nos dirigimos hacía el tren.

-¡________! ¡Neville!-escuché la voz de Hermione. Cuándo miré hacia atrás ella estaba asomada en unos de los compartimiento.

-Gracias por haber guardado uno-hablé dándole un abrazo a la chica, luego empujando mis cosas adentro del compartimiento. En una esquina estaba Ginny sentada mirando por la ventana. -¿Cómo estás Ginny?

-Muy bien ¿y tú?-habló un poco nerviosa.

-Excelente. Neville me puedes ayudar a subir esto-el chico estaba distraído mirando a Ginny.-Neville ella es Ginny la hermana de Ron, Ginny él es Neville mi hermano. ¿Ahora me puedes ayudar?

-Si.... Claro- Neville subió lo que quedaba del equipaje a lo que yo cerraba la puerta del compartimiento.

-¿En dónde está Harry y Ron?-pregunté mirando a las dos chicas.

-Pensé que tu sabias. Quizás estén en otro compartimiento. -hablo Hermione.

-Bueno, nos veremos cuándo lleguemos.

Todo el viaje pasó tranquilo, todos hablamos lo que hicimos en las vacaciones. Cuándo llegamos a Hogwarts seguimos directo para el comedor. Hicimos la misma celebración del año pasado y posicionaron a los del primer año en sus casas. A Ginny le tocó en Gryffindor cómo todo Weasley.

Harry y Ron no habían aparecido tampoco por el comedor, Hermione piensa que los suspendieron ya que andan regando unos rumores. Yo solo espero que no.

Cuándo salimos del comedor Hermione quizo dar una vuelta solo para asegurarse si Harry y Ron estaba por algún lado del castillo.

-Hermione, estoy cansada de caminar, podemos chequear en la sala común.

-Bueno, vamos.

Cuándo ibamos subiendo las escaleras, Harry y Ron estaba delante del retrato de la Dama Gorda. Al parecer no sabia la contraseña.

-¡Estan aquí! ¿Dónde se habían metido? Corren los rumores más absurdos... Alguien decía que los habían expulsado por haber tenido un accidente con un coche volador.

-Bueno, no nos han expulsado- le garantizó Harry.

-¿Quieres decir que han venido hasta aquí volando? -preguntó Hermione, en un tono de voz casi tan duro como el de la profesora McGonagall.

-Ahórrate el sermón- dijo Ron impaciente- y dinos cuál es la nueva contraseña.

-Es «somormujo»- dijo Hermione deprisa-, pero ésa no es la cuestión..

No pudo terminar lo que estaba diciendo, porque el retrato de la señora gorda se abrió y se oyó una repentina salva de aplausos. Al parecer, en la casa de Gryffindor todos estaban despiertos y abarrotaban la sala circular común, de pie sobre las mesas revueltas y las mullidas butacas, esperando a que ellos llegaran. Unos cuantos brazos aparecieron por el hueco de la puerta secreta para tirar de Ron y Harry hacia dentro, Hermione y yo entramos detrás de ellos.

-¿Que pasa aquí?- pregunté intentando saber. Pero todo el mundo me ignoró.

-¡Formidable! -gritó Lee Jordan-. ¡Soberbio! ¡Qué llegada! Llegaron volado en un coche hasta el sauce boxeador. ¡La gente hablará de esta proeza durante años!