Vaporización

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Mierda, mierda, no tengo escapatoria.

Puedo detectar su olor desde aquí abajo, pero no creo que el escritorio de un profesor lo detenga.

Yo sé que está vivo, vi cuando mató a los demás de esa forma tan despiadada, entrando por todas partes, destruyendo todo lo que tocaba en ellos y dejando restos horribles de lo que fueron o lo que pudieron haber sido.

Mi ropa está hecha pedazos, la escuela está hecha pedazos y mis esperanzas de salir aquí están hechas pedazos.

Por un momento comienzo a creer que cuando mata a alguien, le roba la vida. Esa cosa es más que un experimento fallido, se alimenta de almas. Necesito salir si es que aprecio mi vida.

Me levanto y me mareo ligeramente. El salón en el que antes pasaba mucho estrés por todos los trabajos es ahora el lugar que me da refugio.

No puedo pensarlo más, entonces corro hacia la puerta a toda velocidad, la abro y salgo a un largo pasillo. La tormenta hace que los pisos de los pasillos sean tan resbalosos que caigo en más de una ocasión.

El frio aire recorre todo mi cuerpo. Bajo por unas escaleras y entonces llego a otro pasillo el cual se encuentra todo oscuro, mojado y completamente solo.

Camino lo más rápido que puedo. Logro distinguir que me faltan dos pisos para llegar al patio del instituto, donde solo debo correr para salir por la puerta principal, pero entonces... Lo veo.

Me paro en seco al ver que el humo de color rojo viene por las escaleras que me llevarían a la salvación. No me queda ninguna opción. Es el fin...