Nueva escuela, nuevos amigos, nuevo método para tomar las clases, nuevos profesores; para nada me gustan los cambios de escuela y más que se me hace tan difícil hacer amistades, lo bueno de todo esto es que traje a mi mejor amiga conmigo, ella me estará acompañando en esta inmensidad de escuela.Escucho la alarma sonar y ya sé que debo levantarme para iniciar la escuela.
Chemil y yo habíamos dado varios viajes a la escuela y más o menos conocíamos algunos sitios de ese lugar y habíamos quedado en encontrarnos en la cafetería de la primera puerta. Resultó que espere y espere, y Chemil nunca llegó. Tuve que pasar mi primer día sola; y siéndoles sincera fue de lo peor, mejor no les doy muchos detalles.
Teniendo muchas ansias de llegar a la casa, al fin el día termina y lo primero que hago es contactar a Chemil.
- Hola Chemil, ¿Por qué no fuiste? Me dejaste sola: le digo un poco molesta.
- Lo siento, era que estaba un poco asustada: dice ella de forma muy apenada.
- Está bien no te preocupes, lo bueno es que el día ya termino; aunque espero que no me dejes sola mañana: le digo con mucha emoción por verla.
- Claro que no, mañana estaré halla en el mismo sitio acordado: dice ella riéndose.
Créanme acostumbrarse a tantas nuevas cosas no fue nada fácil, pero a través del tiempo lo fuimos logrando.
Aunque para Chemil conocer amigos era pan comido. Muchas de las personas que llegue a conocer fueron porque ella me los presentaba.