Capitulo 2 Un día en el Trabajo

11 1 6
                                    

Miércoles 13 de Abril del 2016

Han sido unos días agotadores y no me ha dado tiempo de escribir pero te pondré al tanto de lo que ha pasado que ha decir verdad nada relevante o eso pareciera.

Todo comenzó el Lunes el haber escrito el día anterior me hizo pensar en muchas cosas pues lo primero que hice al levantarme fue mirarme al espejo que está en mi baño, el cual se encuentra en la puerta siguiente de mi recámara, recordaba como era de joven, cabello negro, alto, con una mirada penetrante como diría Lucía Méndez, una amiga de la preparatoria, una sonrisa que varios decían les causaba cierta paz y en algunos casos para conquistar algunas chicas, recuerdas que tiempos, también estaba en forma lo cual ayudaba mucho, y ahora adiós a ese cuerpo de modelo, ahora  me río de mi mismo hahaha, ¿Cómo pude descuidarme?...

Pero así fue, no puedo hacer más pues no tengo mucho tiempo, seguramente más de uno se dice eso mismo todo el tiempo, por lo menos no estoy solo en eso. Ahora me dejó crecer un poco la barba de una forma casual y mi sonrisa ya se ve más cansada o eso es lo que dicen mis compañeros. En fin me tomé una ducha pensando en cuando fue la última cita que tuve, ya no lo recuerdo, eso me deprimió deja que el agua caliente cayera en mi cuerpo, esperando que se llevará mis pensamientos, no fue así, de hecho me sentí peor por desperdiciar gas y agua ¡Rayos!

Preparé el desayuno unos huevos en salsa verde y con frijoles no saben igual que en México, extraño tanto la comida de allá, sobre todo los tacos, hasta se me hizo agua la boca... En fin no tuve el suficiente cuidado y tire salsa en mi camisa blanca, ¡Carajo! Aún me da coraje era mi favorita y quería impresionar a la jefa Melannie Roths, así que tuve que cambiarme, pantalón y sacó azul marino y camisa color salmón, zapatos cafés por último revisé que mi 9mm estuviera cargada la puse en su funda y la colgué del lado derecho de mi pantalón, no me veía nada mal, hasta siento que me veía muy juvenil a decir verdad... Si no me hecho porras yo, ¿Quién lo hará? salí de casa maneje mi Subaru 2013 directo al trabajo me hago 15 minutos es lo bueno.

-¡Báez!- escucho nada más entrar al edificio del trabajo, la fachada es rústica es un edificio de tres pisos, por dentro cuenta con 3 laboratorios, varias oficinas, una morgue, unas celdas pequeñas para los detenidos y un pequeño campo de tiro para las pruebas de balística.

-¿Qué paso?- Anthony Jones se cree el mejor detective del estado, aunque no podría hacer nada sin nuestra división, pobre iluso.

-Te deje unas fotografías en tu escritorio y evidencia en el laboratorio, ya sabes que hacer, quiero los resultados lo más pronto posible entendido- es tan arrogante, es el clásico gringo alto de unos 1.95 cm güero, cabello rubio y ojos color verde, siempre se la pasa haciendo ejercicio, pero no es capaz de leer un solo libro o escribir un reporte todo lo hace su "pequeño esclavo", un chico nuevo que aún no me aprendo su nombre pocas veces trato con el.

- Cuando pueda

- No me provoques Arman, sabemos que te puede ir fatal.- y así sin más se marchó.

Al llegar a mi escritorio empiezo a revisar las fotografías, parece ser un suicidio nada del otro mundo, lo dejaré para más tardé, voy a ver a la jefa a ver qué me tiene preparado para mi.

-Buen día manda más, algo nuevo para mí aparte de lo que me pidió Jones.

-Buen día Arman- tiene una voz un poco grave, hoy tiene una falda negra con una blusa blanca con un escote que le hace notar sólo una parte de sus pechos, tiene el cabello negro ondulado suelto, como a mi me gusta, y su mirada es dulce y tierna con ese color miel, pero sólo es cuestión de que se enoje para que todos huyan de ella, pues su mirada se transforma totalmente y su cara se vuelve roja del coraje, tiene muchas responsabilidades por ello tiene que tener mano dura en muchos asuntos, es la jefa del departamento de criminología e investigación.

- Necesito que firmes estos reportes que llenaron tus muchachos del laboratorio- me los entrega en la mano y alcanzó a percibir el olor de su perfume, dulce, suave, delicado.

- Claro que si, los revisó y quedará todo en orden, hoy luce radiante- Le guiño el ojo y salgo de su oficina.

- Hahaha siempre dices eso Báez- Gritando desde su ventana

Creo que ya es obvio que me gusta mi jefa Melannie, pero se que no puede ser, nos prohíben tener algun tipo de relación íntima en el trabajo, o eso dicen. Hay tantos chismes de oficina.

Los demás días fueron un poco de lo mismo, checar algunos casos que teníamos que resolver nuevas pistas de casos viejos o bien cerrar los casos por falta de pruebas o que se encontró al culpable, pero hoy después de salir del trabajo fui por un café y un pastel de chocolate a una cafetería local, y ahí sentada en las mesas de afuera que tiene la cafetería, estaba una mujer, la más hermosa que había visto en mi vida, ya se ya se, acabo de decir que me gusta Melannie, pero estoy soltero y me siento solo, no me juzgues querido amigo, pues allí estaba ella, con un vestido rosa ajustado, que lograba notar sus piernas torneadas, sus manos pequeñas con uñas un poco largas pintadas a juego con su vestido, el cabello castaño amarrado en forma de coleta y su piel color canela, unos labios carnosos y su nariz fina, su mirada perdida viendo como caminaba la gente, voltea a verme sonrió y se voltea, me sonrojo al instante, me sentí como en la secundaria, al entrar pido lo que algo de cenar, lo pido para llevar me gustaría estar en casa.

Cuando voy a cruzar la calle para subir a mi auto, volteo una vez más a verla y ahí está viéndome directo a los ojos con una mirada de curiosidad, tiene unos ojos lindos color azul, no puedo sostener la mirada me volteo y me subo al auto.

¡Que idiota! hubiera pedido su número ahora no la volveré a ver de nuevo...

Aveces me da miedo a ser rechazado ha pasado ya tantas veces, en fin eso fue lo que pasó en estos días.

Y dime ¿Como te fue a ti?

El Diario de Armando BáezDonde viven las historias. Descúbrelo ahora