Razones para estar contigo [Yurio x Yuuri Fem]

TERCERA NOCHE

Durante tres noches seguidas. Víctor vio que Yurio rondaba el edificio como queriendo hacer algo. Seguro la confusión del evento pasado lo había dejado con más dudas que respuestas y con respecto a Yuuri, estaba seguro que su estúpido juego del niño malo había acabado allí. Debido a su orgullo, la capacidad de resolver el problema era nulo. No iba a venir a pedir disculpas y aunque lo hiciera, dudaba de que Yuuri lo perdonara tan fácilmente.

Yuuri no se sentía dolida por el hecho de que hubieran tenido sexo sino del hecho que utilizó ese pequeño desliz como un instrumento para burlarse de ella misma con otra persona. Algo totalmente imperdonable. Seguro que si hubiera sido algún familiar suyo él estaría loco por matar al cretino. De hecho Víctor quería darle unos buenos golpes debido a su poco tacto pero se temió que con lo que hizo Yuuri era suficientemente castigo para él.

Víctor se había dado cuenta de que las miradas de Yurio habían cambiado dramáticamente en la última semana. De hecho, había momento en los que no podía mantenerle la mirada a Yuuri y eso era por el hecho de que le gustaba. Más que físicamente parecía gustarle como persona. El hecho de que él hubiera optado por burlarse del yo masculino de Yuuri seguro había sido una decisión que no podía dejar pasar y por la cual se arrepentiría porque ella ya no querría verlo más.

Aunque ahora que lo pensaba, ella se asomaba cada cierto tiempo a la ventana para ver si había alguien estaba afuera. Seguro que también lo extrañaba y de hecho lo hacía. Yurio pasaba mayor parte de la noche en el departamento de Victor esperando al cerdo que nunca llegaba y siempre conversaba con ella para pasar el tiempo.

-¿Lo vez? - Preguntó Victor tomando un sorbo de café bien cargado. Ella negó con la cabeza por inercia y luego se retiró de la ventana para abrazar sus piernas en el sofá donde estaba Victor.

-Pensé que era una buena persona...-Expresó ella con un semblante desmejorado- Pero me equivoqué...

-Yurio es una persona, al igual que todas las personas comete errores que parecen irreparables. Estoy seguro que quiere venir a pedirte disculpas...-Victor tomo el cabello de Yuuri, Con cuidado lo olfateo para sentir el olor a menta entrado por sus fosas nasales e inundando sus sentidos. Se quedó un momento así hasta que ella llamó su atención.

-No quiero que se disculpe. No sirve de nada que lo haga, seguiré con mi vida...-Dijo algo melancólica. ¿Cómo era posible que aún existieran personas así?

-Olvida lo que pasó... Mañana la división de Kazajistán vendrá a entrenar a la pista de San Petersburgo. Podrás ver de cerca de Otabek, él quedó segundo en la última competencia...

-Otabek Altin es amigo de Yuri Plisetsky. No quiero conocerlo...-Víctor rió ante el puchero infantil de su alumna.

-Sé que te hará bien inspirarte en personas como él. Es una buena oportunidad para que socialices más con otros patinadores...-Víctor insistió, Yuuri agachó un poco la cabeza y masajeó la punta de sus pies.

-No quiero defraudarte, Víctor. Pero es mejor que no insistas con esto, conocer a un patinador como Otabek no hará que yo cambie...

-Entonces, como es que te propones demostrarle al mundo que eres una patinadora con la resistencia de un hombre...- Víctor le tomó el hombro mientras ella intentaba levantarse.

-No lo sé, pero ahora no creo que pueda hacer eso... - Cuando Yuuri estuvo de Pie, Victor la abrazó. Su pobre niña había perdido el rumbo de sus sueños para tomar otro totalmente distinto.

-Está bien, hablemos mañana sobre eso. Recuerda que mañana es el tercer día de descanso y tienes que estar al máximo para comenzar a entrenar- Advirtió Victor antes de que ella pasara sus delgadas manos sobre su cara y se echara el cabello para atrás.