- Estamos un poco mayorcitos para hacer esto.
Hansol se rió mientras agitaba su cabello. — Vamos Kwanie, sabes que quieres venir.
- Acabo de cambiarme de ropa. No tengo ningún interés en mojarme.
La lluvia caía intensa. La azotea de los dormitorios de la Universidad estaba llena de charquitos que se hacían cada vez más grandes.
Hansol estaba en el medio de la misma. Su polo azul pegado a los músculos de su abdomen. Una sonrisa enorme establecida firmemente en su rostro.
Seungkwan, desde la seguridad que le ofrecía el techo, pensó que nunca se había visto más hermoso. Sus ojos avellana emanaban un brillo especial y juguetón. La lluvia, lo convertía en una increíble criatura que sus ojos podían disfrutar, y que le ofrecía a su corazón imágenes que nunca iba a olvidar.
- ¿Y si pongo música para ti?
- ¿Estás tratando de recrear un drama? No soy una princesa, ya lo sabes.
- ¿Puedes serlo por mí? — Hansol unió sus manos implorando en broma — Hace tanto que no bailo con alguien. Y no he bailado con nadie bajo la lluvia.
No. No lo haré, porque para mí significará más que un juego. Si lo hago, soñaré con esto cada día. Y luego cuando vea la lluvia pensaré en ti. No Hansol. Debo proteger mi corazón de tus ojos que me ofrecen tanta felicidad. Debo huir de mis sentimientos tanto como pueda.
Hansol se detuvo. Su mirada alcanzando al chico que lo quería. — Solo una vez.
- Sí.
Porque soy un tonto. Sí. Aunque me duela luego, sí. Por ti Hansol, la respuesta es siempre sí.
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EL CHICO QUE ME QUIERE |* Verkwan
Historia CortaMe alegra Hansol. Que estés enamorado. Aunque no sea de mi. Aunque hoy te pierda un poquito más que ayer. Aunque quizá no te olvide. Ha sido un gusto estar enamorado de ti. Ahora tú, ama. Ama todo lo que puedas, ama tanto como yo te ame.