Akutagawa Ryunosuke, el miembro mas despiadado de la Port Mafia tiene una rutina predecible pero no todo es lo que parece... Akutagawa tiene un secreto el cual busca esconder de todo, incluso de los miembros de la Mafia.
¿Que secreto es este?
...
Akutagawa observaba los cuerpos mutilados de aquellos que fueron sus contrincantes hace unos minutos, al principio, habían dado batalla pero el oji-grisáceo se percato de su debilidad, por lo que usando a Rashomon los atravesó de forma que los dejo cual campo de empalamiento, miles de picos atravesaban sus cuerpos, arrebatandoles la vida en cuestión de segundos. Una vez termino, Ryurou, un hombre mayor de cabello plateado y un monóculo sobre su ojo derecho empezó a ordenar que desmantelaran el lugar y buscaran toda la información posible sobre ellos. El mayor observo al azabache dar media vuelta e irse, ignorando a su subordinada, una chica rubia que al querer seguirlo, este le lanzo una mirada asesina, dejándola petrificada y sin mas partió del lugar.
Mientras caminaba, el azabache pensaba en la joven que vivía con él, muchas veces, estuvo preguntándose del porque la había ayudado... Si, de cierta forma las palabras que ella le había dicho ¿Acaso hubo otra razón? La respuesta es sí, él quería saber que cosas envolvían a la joven a la cual cuidaba pero... ¿Como si ella padece de amnesia? Si, la chica no recuerda nada, ni su propio nombre... Buscar entre los escasos recuerdos que flotan en la mente de la joven era como buscar una aguja en un pajar.... ¿Que debería de hacer? Sin percatarse de nada, el azabache había llegado a su departamento, ingreso a este en silencio... Solo para salir casi corriendo del lugar.
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Por las calles de la ciudad de Yokohama, una joven de largos cabellos negros caminaba por el lugar, aferrada a una de las paredes de un edificio, la joven que vivía con Akutagawa se encontraba perdida, había escuchado tantas veces que en la esquina había una tienda, le había dado hambre y no había encontrado nada por el lugar por lo que, confiada que en la esquina estaba la tienda, decidió salir del departamento.... Grave error. La morocha termino caminando cada vez mas lejos de la "Tienda" perdiéndose por completo en la ciudad, estaba asustada, no podía reconocer los sonidos a su alrededor, lo único en quien pensaba era en el joven que la cuidaba, pese a que no podía verlo, sabía que compartían casi la misma edad por el tono de voz que este tenía, no sabia nada de él a excepción de su nombre y el hecho de que se iba a trabajar hasta tarde o incluso que llegaba de la nada, la otra cosa que se quedo grabada en su mente fue una orden que este le dio, como condición para vivir con él.
"No le menciones a nadie que me conoces ¿Escuchaste?"
Una petición rara pero a la cual no iba a decir que no, Akutagawa ya hacía mucho por ella, le daba un techo, ropa, la llevo al médico, comida, etc, un sin fin de cosas mas... No estaba para no cumplir con la orden dada... Pero quería conocer mas de él... ¿A que se dedicaba? ¿Como era su fisionomía? Normalmente lo único que llega a tocar son sus manos, ya que la ayuda a levantarse mas de una vez... Pero... Ella quería verlo... Quería recobrar la vista y ver a los ojos a la persona que se ha preocupado tanto por ella... Aunque en esos momentos, seguramente el azabache lo que querría era matarla por haberse ido de casa. Un escalofrió recorrió la espalda de la joven, por lo que continuo caminando y choco con alguien, una persona que la detuvo de caerse.
— ¿Se encuentra bien?
— H-Hai... Lo siento...
— No pasa na--- —Se quedo callado de golpe y suavemente alzo el rostro de la joven, observando fijamente sus ojos. — ¡No puede ver! ¿Esta perdida? ¿Sabe donde esta?
— Siendo sincera no... A-Además no recuerdo nada d-de mi...
Silencio... La joven morocha pensó que con quien había chocado se había ido pero sintió como tomaron su mano, notando como este chico usaba unos guantes, levanto su rostro a la altura donde suponía el chico tenía su rostro, ladeando su cabeza a un costado ya que no entendía que quería decirle.
— ¡Venga conmigo señorita! ¡Yo le ayudare!
— ¿E-En serio?
— ¡Si! Se quien puede ayudarla así que no se suelte de mi y sigame.
— H-Hai...—Comenzó a caminar y a los segundos la morocha volvió a habla.— ¿Q-Quien es usted?
— ¡Lo siento mucho! No me he presentado... Me llamo Atsushi...
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"¡Atsushi Nakajima, miembro de la Agencia de Detectives de Yokohama!"
