¿Por qué a mí? (PAUSADA)

El Hombre misterioso.

Han pasado semanas desde que aquel hombre vino a verme, no se cuando volverá, ni siquiera se si está vivo. Espero que venga pronto.

Hoy es mi cumpleaños, nadie lo sabe, hecho de menos a mamá.... aún no entiendo por qué mi hermano hizo eso, él no era así.
Siempre ha sido un chico genial, estudioso, generoso,amable,sincero. No se que habrá sido de él.

Estamos todas listas para otra noche de mierda en este lugar, cuando al alzar la mirada al frente vi a aquel misterioso hombre y fui sin dudarlo a por el, necesito saber que pasará.

-Hola guapo ¿Quiere mi compañía? -Dije con un tono suave

-Por supuesto -Sonrió

Fuimos a la habitación y por fin pude preguntarle.

-Bien ¿Alguna novedad? - dije

-¿Perdón? - dijo el.

- ¿Que si vas a sacarnos de aquí? -Repondí

-Aún no, lo siento, hoy vengo para grabarte, te haré algunas preguntas y debes responder ¿ De acuerdo? - me miró - Esto se lo entregaré a mis compañeros.

-De acuerdo -Respondí

Después de algunas preguntas un poco difíciles de contestar por el dolor que me causan y el decirle lo que le pasó a mi hermano y a mamá, el me dejo su dinero y se fue, me dijo antes de partir que volvería.

Luego continué con mi asqueroso trabajo, tuve algunos hombres que me pidieron striptis, y que se acostaron conmigo, pero algo normal. Ahora estoy en mi descanso, luego tengo que volver.

De regreso, un hombre me pidió una cita de 30 minutos, al menos es poco tiempo dije en mi interior. Iba a comenzar a desvestirme, cuando me paró las manos.

-¿Qué pasa? -Pregunté

-No quiero sexo, quiero otra cosa -Dijo el, era un hombre bastante grueso, robusto y alto.

-¿Y qué quiere? - pregunté

-Esto - Dijo quitantose el cinturón que tenía en su cadera.

-¿Qué? - Pregunte yo algo asustada.

Tras esa pregunta comencé a resivir golpe tras golpe, no podía parar de llorar y gritar, el hombre dejo el cinturón y comenzo apegarme puñetazos en la cara, yo trataba de cubrirme, mientras pedía ayuda, al cabo de los minutos entro moly.

-¿Quieres bajar la voz de una vez? -Me miró y miró al hombre - Aun te quedan veinte minutos.

Tras esto, cerro la puerta y el hombre continuo, me dio tantos golpes, que ya no sentía el dolor, solo creí que me estaba muriendo, solo veía mi sangre por el suelo y por la cama, por causa de los lanzamientos contra las paredes y contra el piso, creo que tengo huesos rotos.

Después de interminables minutos paró, y se fue. Yo me desvanecí del dolor recibido. Al despertar estaba en mi cama, rodeada de las chicas.

-¿Cómo te encuentras? - dijo una de las chicas

Traté de hablar pero me dolía intentarlo.

-No te esfuerces, te vemos como estas - Dijo otra de ellas.

-Sentimos muchísimo, lo que te ha pasado, esto es lo que tenemos que aguantar cariño - Dijeron

-Yo una de las veces perdí el dedo -dijo una chica morena de ojos verdes, mientras me mostraba la mano, sin su dedo meñique.

Después de esto ellas fueron a trabajar y yo me quede descansando, al menos me libraría de unos cuantos días de trabajo.

Al día siguiente, me dolía tanto todo que no podía ni levantarme. Trate de hablarle a Hada pero no hubo manera mi voz no salía por mi garganta, ni siquiera podía escuchármela en mis pensamientos. Seguidamente levanté mi mano, para que me mirase, necesitaba ir al baño.

-Dime - Dijo Hada al ver mi mano

Le señale mis partes

-¿Quieres ir al baño? -Pregunto

Trate de mover mi cuello en señal de confirmación, pero me fue imposible, le alce el dedo pulgar en modo positivo.

-Vale -Dijo y vino hacia mi, me sujetó los brazos y me ayudo a sentarme, luego otras dos chicas vinieron a ayudarme, no se cuantos huesos tengo rotos, pero no tengo ninguna escayola, ni venda. Me siento como una mierda.

¿Que clase de persona puede hacer esto y dejarme casi morir, por su negocio de mierda? No me entra en la cabeza, que hijos de puta son todos los del personal de aquí, y mis compañeras lo que habrán pasado todos estos años.

Al fin, llegue al retrete, casi no me sientan, ya que yo no puedo, al hacer mis necesidades, creí que todos mis órganos y mi alma se salían. Fue doloroso, tanto que me caían las pocas lagrimas que tenía. Llegamos de nuevo a la Habitación, y estaba en ella Bill.

-Parece que ya estas mejor -Dijo muy seguro de si mismo, y yo con ganas de darle una ostia, pero sin fuerzas.

-¿Enserio? -Dijo Hada

-Si, ¿no esta andando? -preguntó

-No, nosotras la estamos cargando, tiene huesos rotos, no puede moverse por si sola -Dijo - Necesita ir urgente a un Hospital.

-De aquí no se va a ir nadie - Dijo, mientras tanto yo pensaba en aquel hombre misterioso, que me sacaría de aquí algún día.

-¿Qué piensas hacer con ella entonces?- dijo Hada

-No lo se -Respondió el

- Vamos chicas -Dijo mientras me dejaban en mi cama de nuevo, yo solo gemía del dolor.

-Venga a trabajar todas - Dijo Bill, las chicas iban a salir por la puerta - He dicho todas - Dijo mirándome, me quería morir.

-¿Qué? -dijo Hada -¿Vas a hacerla trabajar en estas condiciones?

-Ya me habéis oído - Dijo saliendo - Dejadla en la habitación 28.

Las chicas me cogieron en peso, y me llevaron hasta la habitación, me dejaron en la cama y se fueron muy enfadadas.

Esa noche vinieron 4 personas a tocarme, la 5ª me sorprendió, mi pensamiento fue, estoy muerta.