~Stay With Me~ Clintasha

Capítulo 40

- Mierda- se asusto tomando el arma debajo de su escritorio y apuntando al frente- ¿Natalia? - Alex sonrió y suspiró de alivio, sin borrar su sonrisa apoyó el arma en su escritorio. Grave Error.

Natasha se encontraba frente a el, con algunos raspones y el pecho agitado, su cabello rojo caía en cascada por su espalda. Su mirada estaba puesta disimuladamente sobre el pendrive que Alex tenía a  mano.

-  No hacía falta que rompas mi puerta- Le comento- ¿Le has dado una buena lección a alguien? Te ves agita...

- Despertar de un coma no siempre te deja como nueva - hablo fríamente dando con el clavo.

Alex asintió satisfecho del trabajo de Marcus, Natalia había vuelto y estaba feliz.

- Iré a ver a Marcus, tengo asuntos que discutir - habló el hombre dispuesto a darle lo que el médico quisiera.

- Recién me despierto de un coma... - intervino la Viuda llamando toda la atención del ruso- Y al parecer no estas feliz.. - Natasha empezó a hablar seductora mente.

- No sabes lo feliz que estoy - respondió mientras se acercaba a ella guardando el pendrive en su pantalón.

- Entonces demuestra lo - tan solo soltó esas dos palabras Alex levantó ambas cejas sorprendido, aún asi no movió ni un músculo.

Romanoff al ver que el no daría ningún paso se decidió en dar el primer movimiento. Posó sus manos en los hombros del hombre, lentamente lo empujó, sin desconectar su mirada con la de él, hasta la silla, dónde después ella se montó en sus piernas.

Acaricio el cuello de Alex y lentamente acerco sus labios al cuello de él, la repugnancia que le dio cuando sintió unas manos subir por sus muslos y llegar hasta su cintura no se comparaba con alguna otra que haya sentido en sus misiones. Pero era algo que tenia que hacer, así que solo se mantuvo besando su cuello para evitar que sus labios se encontrarán en algún punto. Pero el pendrive estaba en su pantalón, asi que mientras su boca se ocupaba del cuello, la espía bajaba sus manos hasta posarlas en la cadera de él, para que no desconfíe y la corra empezó a mover su cadera en un vaivén.

Alex sentía que estaba en el cielo, siempre había querido tener algún tipo de acercamiento con su agente, lo había enamorado por encima de todas las otras y que ahora ella esté sobre sus piernas era un sueño hecho realidad y no se contuvo en querer decírselo.

-  Siempre imagine este momento, creí que nunca pasaría- la respiración de él le pegaba en su oreja haciendo que Natasha sienta más asco, pero lo necesitaba más desconcentrado.

- ¿Y porque no diste el primer paso? - le susurro en su oído depositando un beso y bajando por su cuello, acompañado con el movimiento de sus caderas mas lento.

- ¿Es-estas de broma? - hablo excitado- Aparte de tu ignorancia hacia mi, nadie que se acueste contigo sobrevive y agh....

Un gemido salio de los labios de Alex haciendo que Natasha parara sus movimientos y se separe de el. El maldito se había venido y prácticamente no tuvo que hacer nada. Por suerte Natasha ya tenía el pendrive en sus manos, salió de encima de el, dejando a alex con incertidumbre.

- Eres tan ingenuo.. -  le dijo y agarro el arma que dejó sobre el escritorio, con una rápida maniobra le disparo a la computadora.

- ¿Pero que. . ? - solo le basto mirarla a los ojos para darse cuenta. Cayó en la telaraña de la Viuda Negra.

- Debiste darte cuenta ni bien deje que me tocaras- hablaba la rusa - Yo nunca me a costaría contigo, eres un ser asqueroso...

- Vamos, dime algo que no me hayan dicho - habló buburlonamente - ¿Qué hiciste con Marcus? También te le encimaste como una puta...