~Stay With Me~ Clintasha

Capítulo 39

El cuerpo de Natasha se tenso una vez más, sus manos y pies endurecidos y estirados lo mas que le permitía los grilletes que la sujetaban. Pronto unos sonidos se empezaron a escuchar en la máquina de Marcus, haciendo que este tirarar su lápiz junto con la carpeta y entrara en shock. Natasha estaba entrando en una arritmia bradicardia, su corazón estaba latiendo muy lento y si no se apuraba podía tener un ataque cardíaco súbito.

*Dentro de la cabeza de la espia.*

Natasha estaba teniendo un recuerdo de su infancia, al parecer en un patio, sobre el césped se encontraba una pequeña pelirroja llorando y a su lado de ella una bicicleta rosa tirada, a lo lejos un hombre joven se acercaba.

- Mi pequeña Sirenita- su padre había llegado junto a ella, acariciando su mejilla. Después fijo su mirada en el pequeño raspón en su rodilla.

Sonriendo y alzando a su hija, el hombre la llevó dentro de la casa, la apoyo en la mesada de la cocina y fue hasta el baño para sacar un botiquín de primeros auxilios.

- Y...listo- dijo el padre poniendo una pequeña bandita en su rodilla y depositando un dulce beso en su cabeza. - Hey... ¿Estás bien? - preguntó preocupado al ver que de esos ojos preciosos salían lágrimas.

La pequeña ojiverde que vestía un vestido de flores alzo su mirada y observó a su padre.

- Soy débil - habló derramando más lágrimas.

Su padre se ríe y recibe una mirada molesta de su hija.

- Serdtse (corazón) no eres débil por caerte en tu primera vez andando en bici sin rueditas- acaricio el mentón de su hija- Y no está mal llorar, eso no te hace débil, tu tienes un corazón muy fuerte mi amor, no lo dudes.

La pequeña asintió y abrazo a su padre, este la tomo en brazos y esparció muchos besos en su cara.

- ¿Qué te parece si cocinamos la cena para tu madre y después los tres vamos por un helado?

- ¡Pollo al horno! - grito la niña
- con papas y....

- Privyét (Hola) - se escuchó la voz de una mujer interrumpiendo la charla de los dos rusos.

- Veo que mamá se nos adelantó - habló el hombre y la mujer con él mismo rojo intenso que su hija se acerco y le dio un beso a su marido y otro a su hija

- Veo que cocinare yo misma - imito una voz molesta pero con una sonrisa deslumbrante.

- Te ayudaremos, por eso somos una familia - dijo su marido dándole otro beso.

La mujer sonrió y acerco en un abrazo a su esposo e hija- Los amo - les dijo.

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Marcus descolocó todos los cables y apagó la máquina, se apresuró en desatar a Natasha y buscar los reanimadores. El corazón de ella se habia parado y si el quería vivir debía con todo lo que tenía revivirla. La reanimo tres veces pero ella no despertaba y su piel se veía pálida.
Se dio vuelta buscando en su charola las inyecciones de adrenalina, tenía que intentarlo sino su plan de huida tendría que ser planificado ahora mismo.

Natasha abrió sus ojos justo en el momento que el se había dado vuelta. Dejó largar un suspiro exasperado. Le tomó poco tiempo reconocer dónde estaba y al girar su cabeza encontró al científico de espaldas y moviéndose desesperado.

- Puede que tantos electrochoques y lavados de cerebro la haya matado, no fui yo, yo hice todo los pasos del procedimiento y...

La rusa lo podía oir murmurar solo,no se tardo mucho en lo que tenía que hacer. Se levantó y llegó hasta el cuello de Marcus sorprendiendolo y haciendo que él llevara instintivamente sus manos al brazo de su agresor.

- Yo me llamo Natalia Alianovna Romanova, ex espía de la KGB - le susurro en ruso y luego sin esperar le quebró el cuello.

El cuerpo de Marcus yacia en el piso y Natasha se encontraba apoyándose en la camilla, tenía tanto sueño y en toda su totalidad su cuerpo le dolía. Pero no se rendiría, debía ser fuerte.

Se acerco a la charola y busco lo mismo que el medico científico buscaba minutos atrás. Agarró una jeringa y sin dudarlo se inyectó el contenido en su muslo. Podía sentir su corazón latir mucho más rápido y su cuerpo temblar.

Salió sigilosamente del cuarto y supo que estaba en la base, la cual conocía de pie a cabeza. Justo cuando iba a doblar se encontró con un agente de la KGB de espalda, este estaba hablando por un radio. Impulsando sé saltó sobre su cabeza e hizo su famoso movimiento de Viuda negra. Después le quitó su chaleco, un cuchillo y su arma. Mató a sangre fría a todo agente que se encontró, ellos no se dieron cuenta de que estaban siendo cazados hasta que ella los tenía.

Alex estaba en su oficina mirando el pendrive que tenia entre sus manos. Tenia la información de Shield en su poder y ya estaba listo para hacerlo, para vengarse, pero el ruido de su puerta abierta, o prácticamente, derribada, lo exaltó haciendo que saltará sobre su propio asiento.