Rota y golpeada una muñeca usada.

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¿Los golpes me los da la vida?

No, los golpes me los propina el ser que me ha dado la vida.

Sigo en espera que sus manos arranque de mi cuerpo la vida. Y mi ser desfallesca en sus brazos, donde se suponía que debía estar a salvo. Acabarás con mi alma y su tortuosa agonia.

Un saco de golpes soy para ti,
un ser infeliz en el que puedes desahogar tus penas y frustraciones.

Golpearme hasta cansarte, eso haces. Día tras día sigo con mi vida.

Escondida tras una falsa sonrisa, un armadura de hierro y una fachada inventada, para que nadie más lastime la pequeña niña; quebrada y marchita.

Un títere soy, las cuerdas que cruzan mi piel y hacen de mi un acto de facinación y diversión.

Después de la actuación llega el desconsuelo y angustia por volver a ser la muñeca que mamá usa.

Alexa Padilla.

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