My new life [Austin Mahone]

Capítulo 13

13)

Llamé a la puerta nerviosa. No sabía lo que me iba a encontrar ahí, y eso me incomodaba. Aunque también estaba nerviosa por otras razones. Respiré hondo y, a los pocos segundos, una sonriente Lola me cogió de la mano y me arrastró dentro de la casa, dándome un fuerte abrazo.

-Fanny, ¡por fin! Pensé que no vendrías, estaba a punto de llamarte.

-Bueno, yo… -dije intentando hablar, en vano.

-Ven a conocer a mis amigas. Somos pocas, pero te caerán muy bien, estoy segura –dijo arrastrándome hasta su habitación. Vaya, para ser pequeñita sí que tenía fuerza. Llegamos al segundo y último piso de la casa, donde, como había intuido, estaban las habitaciones. Entramos en su cuarto. Había dos chicas más. Sonreí tímidamente, saludándoles con la mano.

-Chicas, esta es Fanny –dijo Lola presentándome.

-¡Por fin te conocemos! Lol nos ha hablado mucho de ti –dice una chica rubia de pelo largo liso, con unos ojos oscuros que llamaban la atención. –Soy Emily –dijo dándome dos besos.

-Yo soy Samantha, pero llámame Sam, odio mi nombre completo, es demasiado largo –dice la otra chica, una morena con el pelo ondulado que le llegaba por debajo de los hombros y unos ojos verdes que hipnotizaban. La envidio, mis ojos son demasiado normales.

-Encantada –dije devolviéndole el saludo e intentando aparentar tranquilidad. Parecían majas, no quería quedar como una loca y espantarlas. Bah, a quien engaño, soy loca de naturaleza. Aunque intentaría disimularlo un poquitín.

-¿Pizza o chino? –dijo Lola con el móvil en la mano.

-¡Pizza! –gritamos las tres al unísono. Tras ello, empezamos a reír. Ya tenía algo en común con ellas, empezamos bien.

-Genial, voy a llamar, ahora vuelvo. Eso sí, ¡elijo yo los tipos! –dice mi amiga saliendo de la habitación para hablar más tranquila. Lo que quiere decir, que me quedo yo sola con Emily y Sam con sus ojos fijos en mí. Sonreí. Fue una reacción tonta, lo sé, pero me intimidaban, no me gusta que me miren tanto.

-Bueno Fanny, cuéntanos algo de ti –dice Emily sentándose en uno de los múltiples pufs que había en el cuarto. Sam la imitó, y yo hice lo mismo.

-Pues, no sé… ¿qué queréis que os cuente?

-Mm… cuando venga ella hablamos mejor de ti –dice Sam sonriendo. -¿Cómo conociste a Lol?

-¿Lol? O sea, ¿Lola? –dije confusa, y ellas rieron.

-Sí, entre amigas la llamamos Lol. Aunque la puedes llamar como quieras, ella no se enfada –dice Emily sonriendo.

Ah, vale –dije devolviéndole el gesto tras la aclaración. –Pues… nos chocamos en una tienda de dulces. Es que og, amo los dulces, y había tantos por todas partes, que me fui a mi otro mundo, no la vi, y choqué con ella. Lo raro es que en vez de gritarme o enfadarse me preguntó si estaba bien y se disculpó. Empezamos a hablar y bueno… eso fue. Ah, también le doy clases de español –digo sonriendo al recordar aquella tarde. Los americanos son tan graciosos al intentar hablar el idioma…