Un mal que me hace bien | EVAK.

Capitulo 4.

◀Isak se despertó por el ruido de vidrios rompiéndose. Sobresaltado, miró la hora. Ya eran casi las cuatro de la madrugada. Frunció el ceño y se levantó para dirigirse al living de su departamento encontrándose con Even y los restos de vidrio en sus manos.

-Even ¿Qué paso?¿Por qué llegas a esta hora? Creí que te quedabas en lo dé tu madre.- Isak lo miró a los ojos y Even hizo lo mismo. El más pequeño retrocedió al ver los ojos de su novio inyectados en sangre. - Oh por dios, Even tus manos cariño.

Even parecía no reaccionar a lo que su novio le decía. Isak lo miró extrañado. Estaba drogado.

-Yo.. sólo he i..do a..- Even tartamudeó y luego volvió a callarse. Isak, aún sin poder creerlo, corrió hacia el baño para agarrar el botiquín de primeros auxilios. Cuando regresó, Even estaba sentado en el sillón con la mirada perdida. Isak, agarró suavemente sus manos y lo miró con amor.
-Esto va a doler un poco bebé- Besó su mejilla y empezo a sacar los restos de vidrio con una pincita y con mucho cuidado. Even no se quejaba, estaba como... Perdido. -¿Porqué aplastastaste esa botella con tus manos?- Dijo una vez que terminó de vendarle las manos.
-¿Podrías dejar de preguntarme todo? Maldito maricon.- Even le gritó a Isak, este se sobresalto y se alejó de Even.
-Calmate, sólo quiero saber que pasa contigo- Isak se paró y cruzó sus brazos.
-Nada de tu interés inútil.- Even pasó por al lado de Isak y lo empujó tan fuerte que provocó que el más pequeño se caiga al suelo. ▶

-¿Isak? ¡Isak!- Jonas le pegó un gritito a su amigo y lo empujó.

-Perdón, estaba distraído.- Isak lo miró.

-Si, me he dado cuenta. ¿Qué pasa amigo? No se te olvide que eres mi mejor amigo y puedes contarme lo que sea. Siempre estaré para ti.- Jonas miró a su amigo. Sabía que algo andaba mal. -¿Qué es lo que anda mal?

-Realmente todo esta mal- Isak suspiró pesado y se inclinó para atrás en el sillón de la casa de su mejor amigo. -Extraño muchísimo a Even. Even tiene novia, Even es un maldito drogadicto. Even me traicionó, Even me mintió. Paso todo lo que pasó. Hizo todo lo que hizo. Pero lo extraño y esas malditas imágenes están todo el tiempo presentes.- Las lágrimas empezaron a resvalarse por mis mejillas.

-¿Qué imágenes?- Jonas se acercó y acarició mí cabello.

-Ya sabes cuáles- Lo miré y el asintió.- Jamás creí que sería así.

-Nunca terminamos de conocer verdaderamente a las personas.-

Luego de un rato ya estaba de regreso a mi departamento.
Cuando entré me encuentro a Even sentado en el sillón con la mirada perdida.

-¿Even?¿Qué haces aquí?- Le hablé y me miró alarmado.

-Es mío también, tengo todo el derecho de estar aquí.- Me acerqué y lo miré.

-¿Disculpa? Dime cuando tú has pagado al menos una cuota de este departamento. - Alze un poco la voz y el se levantó.

-Siempre te dije que hablabas mucho ¿No?- Se acercó y retrocedi.

-Even, ve..- Y fue así como sentí sus labios sobre los míos.
Siempre me callaba de un beso. Después de unos segundos reaccione y lo empuje.- Vete.

-¿No me extrañas?- Lo miré. El sonrió de costado. Si, como no lo iba a extrañar. Quería gritarlo a los cuatro vientos.

-Es mejor soltar, que persistir en el dolor- Le respondí. El sólo me miró.

-Ojalá algún día lo entiendas- Y sin decir más nada, se fue.