now

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¿recuerdas a la chica del vestido verde? desperté con ella, terminó siendo fácil de convencer.

su cabello estaba esparcido por todo mi pecho, odiaba despertar abrazado a alguien, sobre todo si no sabía de quien se trataba y, si además lo acompañaba una resaca.

ella despertó unos minutos después, yo estuve intentando distraerme mirando por la ventana, veía los edificios de cheshire alzandose como si quisiesen apoderarse del cielo, estaban tan alto pero las personas estaban tan abajo...

" ¿cuánto llevas despierto? " "¿oh?...¡ah! no mucho, un par de minutos"

se acurruco en mi pecho como un felino, no me moví ni la abracé de vuelta, no recordaba porque me había quedado a dormir y porque estaba allí aunque, me conocía, así que lo deduje al instante.

" creo que olvidé tu nombre..." "y yo el tuyo, soy fresia" " ryan "

sonrió, claro que lo recordaba o al menos lo mantuvo en su cabeza por los dos años siguientes, eso decían esos mensajes que siempre me enviaban donde intentaba mantener una conversación pero yo siempre respondía de la misma forma: " ¿saldrás hoy por la noche? " " tal vez "

me levanté, me vestí y me fui, no soportaba estar ahí, el color rosa comenzaba a cegarme y no quería correr ese riesgo.

volví a mi casa con las manos en mis bolsillos, el sol ardía por primera vez en el mes aunque no me gustaba la idea de tener que conducir bajo aquél calor inhumano, me hacía sentir apretado en mis propias ropas y sin muchos ánimos para hacer otra cosas.

llegué a casa de mal humor, no había tenido tiempo para darle vueltas al asunto anterior, el nombre de fresia ya ni siquiera me daba vueltas en la cabeza en ese momento. entré en casa y me dejé caer en el sofá, debía bañarme o hacer algo pero no quería, estaba cansado y tenía dolor de cabeza, además, vivía solo y todo parecía innecesario de una manera exagerada.

vi mi reflejo en el televisor y anhelé un trago, mi rostro estaba deformado de una manera horrible o al menos todos los defectos parecieron ser más reales ese viernes. desde mis ojeras hasta los tupidas cejas, desde mi largo rostro hasta mi barbilla muy ancha, todo parecía conspirar en mi conteo hoy para hacerme lucir decrépito.

mi cabeza dolió por lo que me levanté por un vaso de agua con tal de quitar el dolor de una vez por todas. hubiese tomado una pastilla pero no tenía en ese momento, era soltero y vivía solo, no me veía interesado en comprar cosas, la respuesta siempre sería la más fácil.

miré de reojo la hora, eran las cinco de la tarde y ya parecian ser las nueve pero no me moví para hacer nada más porque no parecía ser importante.

golpearon la puerta y dejé que golpeasen como locos porque no me apetecía en nada ver a cualquier persona que se viese dispuesto a tener una charla, no quería hablar con nadie o ver ningún rostro, ni siquiera el mío propio.

fresia apareció en mi mente, me preguntaba con cuantos hombres se había acostado desde que me fui de su apartamento e hice apuestas mentales conmigo mismo para buscar distraerme un rato.

el día transcurrió en cámara lenta y me perdí en las agujillas del reloj, estaba acostado tenso en mi sitio porque no tenía nada que hacer, me parecía irremediable y triste pero jamás jugaría a ser el interesante.

outside; mccannDonde viven las historias. Descúbrelo ahora