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tardé tres noches en llevarla a la cama pero ésta vez me embriague, tal vez porque quería ver el rostro de olivia sobre el suyo o tal vez porque sabía que si estaba consciente me enamoraría de ella.

desperté a las cinco de la madrugada con un gran hueco a mi alrededor, abrí los ojos y esperé hasta que las siluetas se formasen. su cuerpo estaba en la otra punta de la cama encorbada, la sentía tan distante que me parecía que lo correcto era irme pero había algo que me ataba, siempre me habían gustado las chicas que me trataban como me merecía; como basura.

sentí la necesidad de quedarme pero terminé levantándome y, cuando ya estaba dispuesto a irme con toda mi ropa en su sitio y con mi cabello ya peinado, las sábanas se revolvieron y ella habló, atandome de nuevo.

"no tienes porque irte" "¿me estás pidiendo que me quede"

sentí sus ojos sobre mi cuerpo y un temblor me recorrió.

"no, es sólo que es muy tarde, te puedes ir en la mañana" "ah..."

asentí con la cabeza y sentí como algo se rompió, no quería volver a romper algo dentro mío, no tenía tanto como para no cuidarlo, debía mantener lo poco que tenía intacto en mi interior.

"buenas noches" "te vas" "ajá, no te esmeres en recordar mi nombre"

y ese fue un claro rechazo.

outside; mccannDonde viven las historias. Descúbrelo ahora