Capítulo 1.

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Ha pasado unos cuatro años desde que escape de Las Instalaciones; he estado recorriendo el país evitando a sus agentes. Quienes desean atraparme para volver a utilizarme como su arma, su asesina perfecta... pero yo ya no deseo seguir siendolo, no dejaré que la vida que mi madre en sus ultimos momentos de vida me entrego, se desperdicie. No estoy muy segura de qué es lo que debería hacer, intentar vivir con mi tía y prima no terminó bien para ellas, y en mi furia intenté asesinar al causante de mi creación, Logan/Wolverine. Lo que jamás llegué a considerar, es que él; a pesar de lo que hice quiso darme una oportunidad, me dijo que nadie debería pasar por lo que yo...fue la segunda persona en verme como una niña y no el arma que ellos quieren que sea.


Actualmente Logan espera en el corredor mientras empaco mis cosas en el hotel en el que me hospedaba. De alguna forma logró convencer a los X-Men de aceptarme en el Instituto Xavier, así que debemos partir al que será mi nuevo hogar junto con Logan.

"¿Estas lista, niña?" me preguntó en cuanto salí al pasillo, con un movimiento de cabeza ambos salimos de allí hacia el estacionamiento colocandolo todo en la parte trasera de la camioneta que trajo consigo Logan para hacer el largo viaje a Westchester.

"Esta será una nueva oportunidad para ti niña, quizás no sea una vida tan normal como la que debería ser. Pero es mejor que vivir sola" me decía mientras comenzabamos a movernos.

"Solo acepte porque dijiste que estaríamos juntos" le respondí mirandole conducir por las calles de California.

"No sé que esperas de mí niña, no estoy seguro de qué hacer contigo para empezar" comentaba sin apartar la vista del camino.

"...Podrías empezar por dejar de llamarme niña"

"...No lo creo, niña" finalizó con una sonrisa de suficiencia antes de reírse ligeramente.

No hubo más charla casual entre nosotros, parte porque no sabíamos de qué hablar; parte porque los dos somos poco conversadores, y parte porque no sabía cómo expresarle mis pensamientos sobre estar con otras personas a parte de él. La verdad no sabía qué esperar del Instituto Xavier, todo lo que sabía de el, era lo que mi madre; Sarah Kinney me dejó en su carta y los archivos que robe de S.H.I.E.L.D, nos detuvimos un par de veces para comida y combustible. El viaje me dio la oportunidad de observar a Logan; sus gestos, hábitos y detalles.

Finalmente llegamos a nuestro destino justo a tiempo para la cena por lo que puedo oler, y creo que Logan también se percató de ello, me dijo que me adelantara mientras él bajaba nuestros equipajes. Así que me acerque al edificio e ingrese con cierta cautela, a pocos pasos de mí estaba el mutante salvaje, observando lo amplio que era el interior de la residencia mientras que Logan se ponía a mi lado. Con una sonrisa alentadora, me guio por los pasillos hasta el comedor... debo admitir, no esperaba llegar a plena batalla campal de mutantes con comida.

"¡Bobby, deja de lanzar bolas de nieve!" gritaba una mujer de aspecto africano que tenia nieve en el rostro.

"¡Tú dile a Hellion que me ponga de vuelta en el suelo!" respondió un chico cubierto de hielo que flotaba varios metros sobre el suelo.

"Les juro que si tengo salsa en el cabello, les quitare más que solo sus poderes"

"¡Por favor ya dejen de pelear todos!" rogaba un joven que disparaba rayos de sus ojos a cada proyectil que viniera a él.

Habían algunos como una hermosa mujer de cabello rubio sentada tomando el té, mientras la comida lanzada flotaba a su alrededor sin tocarla. Una joven de mi edad tal vez; comía tranquila debido al hecho de que ningún proyectil tocaba su cuerpo...ya que la atravesaban. ¡Hasta un demonio azul sujetandose del candelabro con su cola arrojaba a todos los presentes comida con precisión!

"Bienvenida a tu nuevo hogar, Laura..." le escuche decir a Logan mientras veíamos continuar la batalla de comida.

Si este era solo el comienzo de lo que me espera, entonces creo que habrá roces y posibles mutilaciones en mi futuro. Pero si Logan puede soportarlo...bueno, tal vez aprenda lo que trata de enseñarme.

"¿Puedo cortarlos si llegan a atacarnos también?" le pregunté mirandolo con curiosidades.

"No..." ni siquiera terminó de hablar, cuando le cayó pure de papas en la cara. Se limpio con una evidente molestia en el rostro.

¡SNIKT!

"¿Sabes qué?... Rompamos algunos cráneos" gruño mientras sacaba las garras y se lanzaba al ataque.

¡SNIKT!

"Bien..." fue mi respuesta, antes de imitarlo.

Sí, quizás no sea tan malo aquí.

Laura Kinney: Una nueva vidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora