Ya había cinco personas en la casa. Pero casi ninguna tenía relación con otra . Ana sólo aparecía para la cena y para recibir a alguien nuevo . Gorgue no salía de su habitación . Lucas y Cristian se odiaban mutuamente e intentaban no encontrarse. Y Lucía no conseguía hablar con nadie , ya que cada uno estaba recluso en un lugar .
Ana era la encargada de toda la organización de la mansión , Cristián reparaba los fallos técnicos de toda la casa. Lucas recogía y preparaba la cena. Lucía era socorrista en la piscina y Gorgue limpiaba todo el segundo piso. Pero las tareas fueron interrumpidas por el cartel enorme que apareció la noche anterior. Había un línea de unos doce metros de pintura roja derramada . La tela recorría todo el recibidor y casi tenían que tirarse para quitarla. Gorgue y Lucas hicieron los honores y abajo esperaba el resto de habitantes para doblarla y tirarla. Decidieron buscar por la tela si había algún otro mensaje , pero no encontraron nada. Ana parecía interesada en recoger la tela antes de que siguieran mirando . Y la sacaron al patio dejándola en una esquina cerca de la verja. En menos de media hora la tela ya había desaparecido. Nadie se había percatado de lo sospechosa que era la estancia de Ana en la casa. Ella estaba allí antes que todos , y parecía conocer toda la casa y sus reglas , pero de apariencia era de la misma edad y estatura que el resto. Y comía con ellos. El único que parecía dudar de ella era Cristián. Todas las noches se escuchaban gritos en el piso en dónde Ana dormía. Y fue corriendo cuándo ellos estaban peleándose en la piscina.
Esa noche nadie entró por la verja , y Lucía estaba decepcionada de que no pudiera encontrar nadie nuevo con quien poder hablar. Se sentía muy sola , pero no era la única , el problema es que nadie se fiaba de nadie. La cena fue puntual y nadie se esperaba que una sexta persona se presentara en mitad de la comida.
El rostro de Ana cambió de vergonzoso a enfadado.
-Hola...
Dijo en tono suave la persona al otro lado de la puerta del comedor.
-Irene no puedes estar aquí. Añadió Ana en tono muy enfadado.
La palabra Irene se susurraba entre las otras cuatro personas sentadas en la mesa.
-¿Y qué vas a hacer? ¿Castigarme por romper las normas? Tú ni siquiera eres organizas esto .
-¡CÁLLATE!
-Sólo eres una mentirosa . Por repetir las normas que aparecen en todas las habitaciones no eres la organizadora.
Los demás no paraban de contemplar el espectáculo , sorprendidos por todo lo que Ana escondía. Todos excepto Cristian que sospechaba de sus extraños comportamientos.
-Tú eres , al igual que yo, una concursante - Exclamó Irene.
-¿Entonces por qué duermes en el cuarto? -Interrumpió Lucía.
Ana se tomó unos segundos para tragar saliva y finalmente respondió.
-No duermo.
Todos se quedaron boquiabiertos al descubrir todo lo que una persona tan callada y tranquila como Ana escondía.
-Tu nombre estaba inscrito en una de las puertas de los dormitorios de las chicas. Pero pensé que habría otra Ana por llegar. Añadió Lucía con tono despectivo.
Hubo un silencio de unos tres minutos mientras Irene cogía asiento en la gran mesa y le servían la comida. Ana se sentía avergonzada y estaba a punto de abandonar la sala cuando Cristian interrumpió su acción.
-¿Y por qué planeaste todo eso?
Ana pareció que ya no le importaba nada. Y lo soltó rápidamente.
-Somos seis ahora mismo en al casa , quedan diez personas por llegar . Cuando todos lleguen , tendremos que empezar a matarnos todos sin que nadie se de cuenta.
Las miradas se cruzaron a través del comedor , y a más de uno se le erizaron los vellos. Ana seguía.
-Fuimos seleccionados porque cada uno es muy diferente al otro. Así cuando todos estemos , nuestras diferencias hagan que nos enfademos unos con otros , creando aptitud para la muerte.
Ana terminó con una lágrima cayendo por su mejilla , y sintiéndose una perdedora sólo por estar allí.
-Yo no voy a matar a nadie - Cortó Lucía.
-Eso lo dices ahora- Habló por primera vez Gorgue.
Todos se sorprendieron de que hubiera hablado . Parecía que guardaba mucho odio dentro. Irene no paraba de reírse al ver que todo se había descubierto. Nadie parecía guardarle rencor a Ana por su acción , en cambio sintieron que en su lugar hubieran hecho lo mismo.
La cena terminó y todos se fueron a sus habitaciones , esta vez Ana e Irene fueron al tercer piso junto a Lucía . Lucía estaba siendo muy amable con ellas , mientras que en el piso de abajo los tres chicos desconfiaban de lo que había pasado en la cena. Así que fueron a el cuarto piso a investigar que había estado haciendo Ana las noches anteriores a que llegaran los demás. En el cuarto piso no había nada sospechoso , sólo ropa de Ana y la puerta a una habitación sin nombre . Gorgue estaba dispuesto a abrirla , pero con la mano en el pomo Ana apareció detrás.
-¿Qué hacéis aquí? Interrumpió Ana decepcionada de que no se fiaran de ella.
-Nunca hemos estado en esta planta , queríamos verla. Contestó Lucas con firmeza.
Pero Ana no se lo creyó. Los chicos desaparecieron lo más rápido que pudieron hacia sus habitaciones y Ana recogió su ropa del suelo y también se fue a su habitación dejando antes de que se fuera la puerta que intentaban abrir bien cerrada.