El clima de ese día parecía coincidir con su ánimo. El cielo estaba nublado, lleno de tonalidades grisáceas que opacaban los débiles rayos del sol. Era un ambiente algo triste, pero más que eso, Foxy estaba lleno de frustración.
Le invadía una enorme cantidad de irritación cuando se preguntaba a sí mismo que es lo que le estaba sucediendo, porque más allá de simples sensaciones, había algo desconocido que se estaba hospedando en su pecho y ya se encontraba echando raíces en su corazón. Era un sentimiento pesado que no le dejaba tranquilo ni por un momento, como si esperara a que él explotase en furia al no hallar una solución viable para eso.
Estaba comenzando a hartarse del asunto aun antes de tiempo; sólo llevaba día y medio así, pero sentía que esas extrañas emociones provenían desde hace mucho tiempo atrás.
Gruñó como perro al pensar de nuevo en ello, logrando que algunos transeúntes que pasaban a su lado voltearan a verlo con una expresión de extrañeza en el rostro. Más para el chico eran invisibles, no existían. Nada lo sacaba de su ensoñación y su cuerpo se movía automáticamente por el camino a la escuela.
Pobre de quién se cruzará en su camino, se iba a llevar una buena...
- ¡Bro! - Una voz lejana lo hizo parar de golpe, como sí le hubiesen tirado un balde de agua fría. Se quedó quieto en su lugar, analizando a una velocidad exageradamente lenta lo que acababa de escuchar. A unos metros más atrás, Springtrap trataba de seguirle el paso que hasta ese momento había llevado demasiado veloz. El pobre rubio se detuvo al llegar a su lado, algo agitado gracias a la pequeña carrera que se vio forzado a hacer por su culpa.
- Uff, sí que caminas rápido, Rojo. - Fue lo primero que dijo después de un breve instante. - Aunque creí que ibas a esperarme en tu casa...
Oh, mierda. Era verdad.
- Perdona estropajo, no sé qué me pasó. Estoy un poco distraído hoy.
- Sí, lo noté... Pero no te preocupes, igual logré alcanzarte al final. - De un momento a otro, Springtrap volteó hacia atrás, mirando de lado a lado. Foxy iba a preguntarle que se suponía que hacía, pero se quedó callado cuando vio a su hermano inspeccionarlo de pies a cabeza, como si buscase algo. - Oye, ¿y el pequeñín?
Esa era la respuesta a su interrogante imaginaria.
Fue entonces cuando efectivamente, Foxy se percató de algo muy importante: Bonnie no estaba con él.
Siempre se iban juntos a la escuela, Foxy siempre pasaba por la casa de Bonnie para recogerlo y Bonnie siempre lo esperaba debajo del pórtico de su casa, sentado en el segundo escalón que ya estaba comenzando a despintarse con el tiempo.
Se había convertido en una rutina para ambos aun cuando nació a los pocos días de conocerse, algo los había llevado a encontrarse raramente familiarizados con el otro y aunque ninguno le puso mucha atención en su tiempo, ahora que estaban en este tipo de situación, el rojo se preguntó desde cuando en realidad habría estado sintiendo algo tan extraño por el morado.
Como fuese, habían roto con la pequeña rutina matutina que tenían y sabiendo eso no pudo evitar sentirse mal.
- Hey, tierra llamando a Rojo - Nuevamente el llamado de su compañero le devolvió al mundo real - ¿De verdad estás bien? Te estás comportando muy extraño.
- ¿A-ah? ¡No, qué va! Sólo son suposiciones tuyas - Y sin decir nada más, emprendió nuevamente el paso. Springtrap dudó un segundo antes de seguirlo, pero al final desistió y, dando un último vistazo hacia atrás, se fue tras él.
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Cupido es ciego || FonnieBon
FanfictionNadie debería de jugar con el amor, es un arma de doble filo. Sin embargo, cuando Bon desobedece esta advertencia las cosas toman un nuevo curso en la historia; un accidente genera nuevos sentimientos, que quizás, en algún momento nacerían. Pero eso...